Iqoxe destina 40 millones de euros a reconstruir sus instalaciones

La compañía inicia el 2022 con las cuatro unidades de producción de derivados y la de óxido de etileno en funcionamiento, una vez obtenidas las licencias pertinentes

13 enero 2022 06:46 | Actualizado a 13 enero 2022 17:43
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Iqoxe ya ha puesto en marcha las unidades de Derivados Uno-2500, Uno-2360 y Uno-350, después de que el pasado mas de diciembre, la empresa obtuviera la necesaria autorización por parte de la Generalitat de Catalunya y del Ayuntamiento de La Canonja.

La empresa asegura que esta autorización llegó una vez satisfechos todos los requerimientos administrativos en materia de implementación de medidas de seguridad adicionales, «incluso por encima del que determina la normativa vigente». Entre las medidas ajustadas a norma, la compañía ha llevado a cabo la reelaboración del Informe de Seguridad, el cual ha sido evaluado por diferentes empresas externas; y del Dictamen de Seguridad, elaborado por una empresa de certificación.

Ambos documentos son los exigidos por la normativa para autorizar la actividad de los establecimientos industriales químicos de riesgo y, en este sentido, «Iqoxe ha dado cumplimiento al trámite, así como también ha superado la inspección de todos y cada uno de los equipos de presión de las unidades de producción».

En cuanto a las medidas que van más allá de la normativa vigente, la empresa afirma que «ha bunquerizado» las salas de control; y ha potenciado y ampliado la equipación de todas sus unidades productivas con el sobredimensionamiento de diferentes sistemas que, en el caso de detectar diferencias significativas en la presión o la temperatura de diferentes puntos de los reactores, son capaces de interrumpir de manera automatizada el proceso productivo y de activar la refrigeración, si fuera necesario.

También se ha procedido a potenciar el sistema de protección y extinción de incendios, mediante su sobredimensionamiento, un hecho que ha supuesto la instalación de detectores de gases «adicionales» a los ya existentes y en más ubicaciones, de detectores de llama por infrarrojos y de un nuevo sistema de rociadores de agua pulverizada que complementa el sistema y la instalación preexistentes. Finalmente, se ha instalado un sistema para guardar una copia de seguridad de los datos de los procesos productivos, en un espacio seguro y alejado del área productiva de la compañía.

Todo ello ha supuesto a Iqoxe una inversión en el proceso de reconstrucción, de hasta 40 millones de euros en el total de los trabajos llevados a cabo para el restablecimiento de la normalidad operativa en el conjunto de las instalaciones de la compañía. En palabras de Javier de Benito, director general de Iqoxe, «hemos invertido más de un millón de horas de trabajo, entre personal propio y de las empresas especializadas de servicios, para la puesta en funcionamiento de todas nuestras unidades de producción».

En este sentido, De Benito recuerda que «la reconstrucción de todas las unidades de producción se ha llevado a cabo con las tecnologías más modernas y siguiendo los más elevados estándares de seguridad, que incluso superan los exigidos por las administraciones y por la normativa vigente».

A raíz de los trabajos realizados durante los años 2020 y 2021 para la puesta a punto de las instalaciones, así como de las pertinentes autorizaciones administrativas, Iqoxe ha empezado en 2022 con todas sus unidades de producción en funcionamiento: tanto la de óxido de etileno, un producto del cual es el único productor a la península, como las cuatro unidades de derivados del óxido de etileno.

Esta situación productiva llega después del proceso de puesta en marcha ejecutado en las últimas semanas, que fue iniciado a partir de la obtención de las autorizaciones administrativas y que se ha realizado mediante el logro de diferentes etapas en el protocolo habitual de puesta en marcha de las instalaciones productivas hasta la consolidación de la situación productiva normal y segura.

Esta reconstrucción ha tenido una única excepción, como es la U-3100, que resultó accidentada el 14 de enero de 2020 y que utilizaba una tecnología diferente a la de las unidades reconstruidas. Dado que no se ha podido determinar las causas del suceso, «la empresa ha adoptado la medida más drástica que podía tomar, como es no reconstruir la unidad accidentada porque no volveremos a utilizar aquella tecnología», en palabras de Javier de Benito.

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