El aparcamiento sigue siendo un problema para los trabajadores del Joan XXIII. Después de que el parking de personal cerrará hace dos semanas por las obras del nuevo hospital y de que la Generalitat no haya dado todavía ninguna solución alternativa, ahora el Ayuntamiento de Tarragona quiere convertir algunas de las plazas naranjas del entorno del Joan XXIII –de las de un euro al día– en verde –cuatro euros cada dos horas–.
Desde el Consistorio aseguran que este cambio viene dado a petición de la asociación de vecinos de la zona, después de que haya terminado la construcción de dos bloques de vivienda y, por lo tanto, se prevea un aumento de vecinos. Además, el alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales, exige a la Generalitat encontrar una solución alternativa para que los profesionales recuperen el aparcamiento.
Sindicatos y trabajadores aseguran que las administraciones «nos lo están poniendo muy difícil para venir a trabajar», y amenazan en iniciar movilizaciones si no se encuentra una solución rápidamente.
Cuando desde Salut se anunció el cierre provisional del aparcamiento de personal, el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, decidió apostar por la zona naranja en el entorno del hospital. Una medida que ayudaría a paliar los efectos de la pérdida de 300 plazas de parking. De esta manera, los trabajadores podían dejar el coche por un euro al día, a la espera de que la Generalitat encontrara una solución durante los tres años de obras.
Ahora, los profesionales y sindicatos denuncian que, tan solo dos semanas después de cerrar el aparcamiento, el Ayuntamiento quiere pintar de verde dos calles cercanas al Joan XXIII –Josep Maria Vives Sales y Arquebisbe Ramon Torrella–. Se trata de convertirlas en zona de residentes, lo que significa que los vecinos que viven cerca tienen una especie de tarifa plana que les permite aparcar en estas plazas a precio reducido.
El problema es que muchos de los trabajadores vienen de municipios del entorno y, por lo tanto, no pueden hacerse con esta tarifa plana porque no están empadronados en Tarragona.
«No sabemos dónde aparcar sin dejarnos el sueldo», dice Anna, enfermera del Hospital Joan XXIII, quien asegura que «actualmente, ir a trabajar me cuesta 16 euros al día». Anna viene de Riudoms y, desde que cerró el parking de personal, asegura que «encontrar aparcamiento por aquí es casi misión imposible».
En esta misma situación se encuentra Oriol Aguilera, trabajador del Joan XXIII y delegado sindical de CATAC-CTS. Aguilera asegura que el asunto se agrava si vas en el turno de tarde. «Entonces sí que no aparcas ni de coña», dice. El sindicalista reparte la responsabilidad a todas las administraciones afectadas. «Está claro que la culpa es de la Generalitat, que se comprometió a darnos una solución y todavía no ha llegado. Pero el Ayuntamiento también podría ceder uno de los solares del entorno», dice Aguilera.
Durante el día de hoy se celebrará una reunión con representantes de trabajadores y sindicatos para abordar el tema. «Llegaremos hasta el final. No descartamos iniciar movilizaciones en los próximos días. Si es necesario, dejaremos los coches en medio de la calle», insiste Aguilera.