Aunque el nuevo Papa, Robert Prevost, no era un extraño en las quinielas; al arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, en realidad, más que su elección, lo que le ha sorprendido ha sido el nombre que ha elegido: León.
Planellas recuerda que el último Papa que eligió el nombre; León XIII, fue un adelantado a su tiempo. Recordaba que estuvo al frente de la iglesia a finales del siglo XIX y principios del XX y puso al día la Doctrina Social de la institución. Su encíclica más conocida, Rerum novarum (las cosas nuevas) se centraba en la dignidad de las personas, en especial las trabajadoras y “atacaba fuertemente el capitalismo imperante”.
Este es uno de los motivos que ve Panellas para asumir que Prevost seguirá la estela de su predecesor el Papa Francisco de quien era un hombre “de su íntima confianza”. Y es que, recordaba, Prevost era el responsable del dicasterio de los obispos.
El arzobispo destaca también el hecho de que se trate de un sacerdote norteamericano y que ha vivido en América Latina. En este sentido opina que, después de Francisco, con León XIV, se confirma “el final del eurocentrismo de la Iglesia”. El hecho de que hable castellano también será un valor importante teniendo en cuenta la cantidad de feligreses que hay en América Latina. Igualmente le parece muy destacable que tenga experiencia pastoral.
Consultado respecto a las implicaciones políticas de la elección de un Papa estadounidense, Planellas ha querido recordar el discurso que dio el Papa Pablo VI en las Naciones Unidas sobre lo que puede ofrecer la Iglesia en el contexto de las naciones. Ha defendido que “a pesar de los luces y las sobras, lo que puede ofrecer es su experiencia de humanidad”.
Respecto a los retos que le esperan, Planellas los divide en dos partes, una de puertas hacia adentro: hacer una “Iglesia de diálogo” y, por otra, el abordaje de las guerras y los problemas de la inmigración. Ha asegurado que su voz será escuchada y dijo que en “un mundo global, que se mueve entre la fragmentación y el uniformismo, necesita que el Papa sea servidor de la comunión entre los católicos, de la fraternidad con los demás cristianos y principio de unidad de toda la estirpe humana”.
Para dar la bienvenida a León XIV, domingo, 11 de mayo, a las 6 de la tarde, la Catedral de Tarragona acogerá una eucaristía que presidirá el arzobispo. En esta celebración participarán más de 300 músicos y cantores de los coros de la archidiócesis.