La distracción está detrás de uno de cada tres accidentes mortales en el Camp de Tarragona

El año pasado murieron 23 personas en el Camp de Tarragona, diez menos que en 2018.Un tercio fueron en la AP-7, N-340 y A-7. De las víctimas, seis eran motoristas y tres, peatones

29 enero 2020 10:10 | Actualizado a 30 enero 2020 13:46
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Durante esta semana, los Mossos d’Esquadra y las Policías Locales llevan a cabo una campaña de vigilancia de las distracciones en la conducción. Y es que este factor estaba presente en uno de cada tres accidentes mortales ocurridos el año pasado en el Camp de Tarragona, según el balance de la siniestralidad dado a conocer ayer.

El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Juli Gendrau, señalaba que en el 93 por ciento de estos accidentes, la causa es el factor humano: velocidad, infracción y distracción. Dicha infracción ha subido un 40 por ciento, «a pesar de que estamos trabajando mucho en ello», subrayaba. También preocupa el incremento de uso del teléfono móvil –un 30% más de denuncias en el Camp de Tarragona–, pero no tanto como teléfono sino por los mensajes de WhatsApp.

Un total de 23 personas murieron el año pasado en accidentes de tráfico en el Camp de Tarragona, un 30% menos que en 2018 –hubo 33–. De estas, 21 perdieron la vida en zona interurbana. En el Tarragonès y Baix Camp se registraron, en cada comarca, siete muertos por accidente.

En el Camp de Tarragona la siniestralidad ha ido a la baja a raíz de la restricción del paso de camiones por la N-340. Sumando el binomio de la nacional y la AP-7 de todo el tramo restringido, las víctimas mortales han descendido un 39% –de ocho a dos muertos en la N-340–. Si se toma como referencia las tres vías principales –AP-7, A-7 y N-340– se ha pasado de los catorce fallecidos en 2018 a los ocho el año pasado.

Gendrau señaló que el temor que tenían algunos de que cuando se desviara el tráfico de camiones hacia la autopista comportaría un incremento de la accidentalidad, se ha visto que no ha sido así «porque se trata de una vía segura». Respecto a la futura liberalización de la AP-7, indicó que «iremos haciendo un seguimiento».

Uno de los datos que preocupan a los responsables de Trànsit es el incremento del número de motoristas fallecidos, que aumentó en toda Catalunya. De las víctimas, un 13 por ciento perdieron la vida en el Camp de Tarragona. «Seguiremos realizando actuaciones en determinadas vías», subrayó el director del SCT. En este sentido, el inspector responsable del Àrea Territorial de Trànsit de los Mossos en el Camp de Tarragona, Antoni Vllafranca, aseguró que «nos preocupan los usuarios más vulnerables de las vías, como son los motoristas y los peatones». En el primer colectivo se seguirá con el dispositivo para corregir su conducción y la de los coches. En cambio, para los peatones se continuará con las charlas en escuelas y residencias de mayores.

Vilafranca indicó que, al contrario que ocurría otros años, no hay ningún punto negro que haya concentrado accidentes mortales. Los cinco de la AP-7 se localizaron a lo largo de un tramo de 50 kilómetros.

Implacables

Gendrau señaló que seguirán con las campañas de concienciación y de controles de los Mossos d’Esquadra. Serán «implacables y contundentes» con los conductores que han bebido o tomado drogas. En este sentido, el inspector de los Mossos indicó que «el número de alcoholemias no baja y el de drogas sube». Los Mossos serán más visibles con las cajas móviles de radar para notificar in situ las sanciones. Además, se seguirán utilizando los coches no logotipados para detectar las infracciones más graves.

Sobre el aumento de la siniestralidad de la C-14 en el tramo entre Alcover y La Riba, Gendrau dijo que se está acabando de analizar con el Departament de Territori de la Generalitat para determinar qué medidas se toman.

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