El Arzobispado de Tarragona se plantea reabrir la iglesia de Sant Feliu Màrtir de Constantí, después de más de nueve años cerrada al público por problemas estructurales. Esta semana se ha celebrado la primera comisión técnica, formada por representantes del Arzobispado y del Ayuntamiento, para tratar la situación actual de la iglesia. «La reapertura no será inmediata. Antes, un arquitecto especializado en patrimonio y estructuras históricas tendrá que analizar los datos y determinar si podemos hacer el paso con seguridad», explica Roser Martin, secretaria técnica de patrimonio de la Delegació de Cultura del Arzobispado de Tarragona.
La iglesia de Sant Feliu Màrtir de Constantí cerró sus puertas en marzo de 2016, después de que un informe ponía en duda la seguridad del edificio. En 2012, aparecieron unas grietas importantes en la iglesia. En ese momento, los técnicos explicaron que la causa de las fisuras eran los movimientos del subsuelo y las humedades del terreno. A parte de la iglesia, son muchos los edificios del municipio que cuentan con grietas.
La situación empeoró el 16 de abril de 2018. La cubierta y parte del techo de la iglesia colapsaban y se hundían. En 2023, se reconstruyó la cubierta y se instalaron unos testigos en las grietas para saber si la cosa iba a más.
«Las muestras recogidas hasta ahora nos llevan a pensar que estamos cerca de la reapertura», dice Martin, quien añade que «queremos ser optimistas, pero a la vez prudentes. El futuro debe plantearse sin precipitaciones ni prisas». Mientras se determina si es posible la apertura del santuario, la iglesia continuará cerrada y monitorizada. «Sabemos de la estima que el pueblo de Constantí tiene por su iglesia, pero también sabemos de la responsabilidad que implica volver a poner en uso un edificio como este. Seguiremos trabajando con rigor y compromiso», añade Martin.