La multa (pionera) de la discordia

La semana que mañana se cierra ha estado marcada indudablemente por una inesperada polémica veraniega: la nueva sanción que activa el Ayuntamiento de Tarragona para multar a los vehículos que hagan un «uso fraudulento» de la zona azul, impidiendo la rotación de una misma plaza de estacionamiento regulado durante más de dos horas seguidas.

Inicialmente, la idea del ejecutivo de la Plaça de la Font (ERC-JxTGN-CUP) era la de poner en liza una factura de 100 euros (50 con pronto pago) que, finalmente, se ha quedado en 34 (17 si se abona en el tiempo de reducción) tras las críticas que la propuesta inicial –firmada por la concejal de Seguretat a instancias de la empresa Aparcaments Municipals y del departamente de Mobilitat– había originado entre el sector económico, las entidades vecinales y el sindicato UGT.

Más allá, sin embargo, de la cuantía con la que se castigará la infracción –que está catalogada como de «leve» en la normativa municipal– la pregunta es si se trata de una medida que es habitualmente usada o no por los ayuntamientos catalanes de un tamaño similar al de Tarragona. Y la respuesta es clara: no. Así lo confirman los departamentos de comunicación de los consistorios de Girona, Terrassa, Reus o Mataró –todos del Top 10 en volumen de población a nivel catalán, con más de 100.000 ciudadanos– mientras que en Lleida el cuadro de multas tampoco especifica ninguna infracción equivalente a la que, en breve, empezará a poner en marcha el ayuntamiento tarraconense.

Reus: diferente aplicación

En la capital de la Costa Brava se deja claro, a preguntas de este periódico, que «no se sanciona cada dos horas». «Aquí se aplica que cada día que un vehículo esté estacionado en un lugar prohibido causa una infracción, independientemente del límite horario», se especifica.

De manera parecida se expresan desde Mataró y Terrassa. En la capital del Maresme –de 130.000 habitantes– se afirma que en su cuadro de sanciones «no está previsto» el hecho de limitar el uso máximo de una misma plaza de zona azul, mientras que en la localidad del Vallès Occidental –que es la tercera de mayor tamaño de Catalunya con 223.000 ciudadanos– se indica que, como Tarragona (de 134.000 habitantes), el límite horario es de «dos horas de aparcamiento, cuatro en la zona de los juzgados», si bien se resalta que «se puede ir renovando el tíquet, no hay problema ni hay ninguna sanción por ello». El precio es, según las zonas, de diez o veinte céntimos cada cuarto de hora, una cifra parecida a los veinte céntimos cada media hora de Tarragona.

Asimismo, fuentes de Reus Mobilitat i Serveis indican que en la capital del Baix Camp «no hay una sanción específica por superar el tiempo máximo de aparcamiento autorizado», si bien en caso de una posible infracción por haber superado el límite –que es de 90, 120 ó 240 minutos según la zona– esta «se trata igual que haber superado el tiempo máximo permitido en el tíquet pagado». Si este criterio se aplicara en Tarragona, la sanción por aparcar más de dos horas en una misma plaza debería ser de 8 euros, pero finalmente esta será del doble (17) si, con suerte, se logra abonar la sanción en tres horas, ya que de lo contrario será de... 34. La multa (pionera) de la discordia.