La pasarela que nació en el instituto

Ferran Mora, alumno del Sant Pere i Sant Pau en 2010, diseñó la conexión peatonal desde la Baixada del Toro hasta la playa . Su trabajo de bachillerato se parece mucho al presentado por el Port hace unos días

19 mayo 2017 23:19 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:32
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El Balcó del Mediterrani, insignia de Tarragona, se inauguró en 1890. Desde entonces, en 125 años de tocar ferro, la ciudad siempre ha ambicionado conectar esta atalaya monumental con la Platja del Miracle, tan lejos para acceder a ella y tan cerca que se vislumbra a 30 metros de altura.

Desde entonces, seis iniciativas han querido sortear tamaño desnivel con proyectos tan revolucionarios como el ascensor que diseñó Tomàs Brull en 1917 o el teleférico propuesto por la Associació d’Amics de la Rambla presentado al Ayuntamiento en 1988. Ninguno ha cuajado, ni tan siquiera el que el alcalde Joan Miquel Nadal encargó al arquitecto Antonio Fernández Ordóñez en 1992, que se desestimó por el elevado coste.

Los dos últimos proyectos, en 1998 con la previsión de un ascensor y pasarela, y 2003 incluido en la soñada fachada marítima, tampoco han cuajado.

Tal vez esta conexión tan deseada a lo largo de tres siglos y a su vez tan costosa de materializar fuera uno de los retos que el profesor de Tecnologia Industrial del Institut Sant Pere i Sant Pau, Àngel Casado, sugiriera al alumno Ferran Mora para su Treball de Recerca. «Estos trabajos de investigación de bachillerato son apropiados para incentivar a los alumnos a la investigación. Y desde el Institut siempre hemos buscado que estos temas tuvieran relación con la ciudad», explica el profesor.

Ferran Mora, tras descartar otras ideas, aceptó el reto de conectar el Balcó con la Platja del Miracle. Con los conocimientos de un chaval de 17 años vio que el desnivel era muy pronunciado desde el principio de la Rambla hasta el mismo paseo marítimo. «Por ello decidí que la rampa empezara en la Baixada del Toro y de paso solucionar el impacto visual que conllevaría la plataforma desde la misma barandilla del Balcó», explica Mora.

El trabajo germinó en el curso 2008/09, cuando el tarraconense cursaba primero de Bachillerato, y se terminó al año siguiente. Además de diseñar la rampa, el Treball de Recerca buscó todos los elementos necesarios para que el paseo peatonal fuera agradable. Ferran diseñó un vial con aceras, árboles, alumbrado y bancos. Por ello calculó incluso un espacio por debajo del vial que tuviera depósito para el cableado y la tierra que sujetaría la vegetación.

El trabajo se presentó a finales de enero de 2010 y obtuvo un excelente, «concretamente una nota de 9», recuerda la directora del centro, Anna Carlos.

Con el Bachillerato terminado, el proyecto de Ferran Mora participó en dos concursos, uno promovido por el Consell Social de la URV y otro por el Consell Comarcar del Tarragonès. En ambos recibió elogios y aplausos por un trabajo tan bien hecho. Y al finalizar el año, el trabajo quedó guardado en la memoria del Instituto del barrio cooperativista y en la del propio alumno, que actualmente cursa Turisme.

El Diari publicaba a principios de mes el proyecto diseñado por el Port para unir el Balcó y la Rambla. Es el séptimo presentado y a priori el que, en principio, será una realidad en cuestión de pocos años. «Cuando vi el proyecto me pareció muy similar al mío. Es obvio de que la conexión entre ambos extremos no tiene demasiadas opciones, pero me satisfizo que se pareciera al Treball de Recerca», admite el autor.

Tanto él como Àngel Casado se felicitan de que las ideas que salen de estos estudiantes puedan ser una realidad en la ciudad para la que se proyectan.

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