La rotonda de Les Gavarres de TGN registra al menos un accidente con víctimas cada mes

El suceso mortal del domingo pasado es uno más de los incidentes de distinta gravedad que se producen casi a diario en la macroglorieta que tiene 26 carriles de entrada y salida

29 mayo 2021 16:40 | Actualizado a 30 mayo 2021 05:58
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La noche del domingo pasado un hombre de 40 años fallecía en el enésimo accidente en la rotonda de la T-11 a la altura de Les Gavarres. El hecho traía a la memoria de los tarraconenses la tragedia de 2018 en la que un siniestro en la misma glorieta se llevó la vida de dos mujeres jóvenes de 19 y 27 años.

Aunque los accidentes en la que ha sido bautizada como la ‘macrorrotonda’ no suelen se de tanta gravedad, sí que son una constante. Sino basta con ver el que tuvo lugar el miércoles pasado cuando un coche acabó volcado aunque esta vez no hubo heridos de gravedad.

Según los datos del Servei Català de Trànsit hasta el domingo pasado, fecha del último accidente mortal, en lo que va de año en este punto se han producido seis accidentes con víctimas, los mismos que en todo el año pasado aunque teniendo en cuenta que 2020 fue un año completamente atípico por las restricciones de movilidad que impuso la pandemia de la Covid-19.

Los datos hablan de una proporción de al menos un accidente con víctimas al mes en este lugar (en otros años han sido más, tal como muestra la tabla adjunta). De hecho entre 2011 y 2020, en diez años, hubo 196 víctimas (leves, graves y mortales) en accidentes en esta rotonda.

Todo teniendo en cuenta que en el recuento solo aparecen los accidentes con víctimas, pero la gran mayoría de los que suceden son percances que acaban con un parte amistoso. Y esos no aparecen en estas estadísticas.

¿Problema técnico o humano?

Entre quienes, por su trabajo, tienen que circular por la rotonda se encuentra David Navarro, presidente de la Agrupació Radio Taxi Tarragona. Señala que es de esos sitios «donde tienes que estar más pendiente de lo que va a hacer el coche paralelo que de ti mismo. Nosotros, afortunadamente tenemos pocos percances porque la frecuentamos mucho, pero te das cuenta de que la gente todavía no sabe muy bien cómo se hace y se te cruzan». Aunque, señala, el principal problema es la velocidad, «los conductores se lo toman como si fuera una prolongación de la autovía».

Carlos Trujillo, vicepresidente de la Associació d’Autoescoles de Tarragona, comparte la teoría del exceso de velocidad. Pese a que se han impuesto medidas para tratar de reducirla, cree que los accidentes demuestran que no han sido suficientes.

Uno de los puntos desde donde se accede a mayor velocidad es cuando se viene desde Reus en dirección Tarragona. En su opinión debería mejorarse la señalización puesto que quienes vienen por el carril izquierdo o el central pueden interpretar que las señales que indican que hay que ir reduciendo la velocidad son solo para quienes van a salir a la derecha.

Este ‘despiste’ con la velocidad puede ser aún más grave de noche, cuando además hay menos tráfico, por lo que cree que se podría pensar en señales luminosas y colocar más resaltos. «Que a la gente no les gustan pero que son efectivos».

Pero, sobre todo, insiste a los conductores en que hay que guardar las normas elementales a la hora de circular por cualquier rotonda, especialmente la que dice que para salir de la misma hay que estar siempre situado en el carril de la derecha y no salir directamente desde un carril interior.

Así pues, si toca dar una o dos vueltas, explica, hay que tener paciencia y no salir hasta que no se está en el carril de la derecha «en vez de frenar y salir desde dentro», porque esta acción es la que suele causar los accidentes que son el pan nuestro de cada día en todas las rotondas y que aquí se ven agravados por el volumen de coches y el exceso de velocidad.

Los comerciantes, preocupados

Entre quienes sufren la siniestralidad de la macrorrotonda están los comerciantes del polígono comercial. Ramon Rull, gerente de la Agrupació d’Interès Econòmic (AIE) de Les Gavarres, cuenta que él mismo ha tenido un accidente con la moto en el lugar y, como muchos, trata de evitar a toda costa pasar por allí.

Coincide en que hay un problema con la velocidad y cree que, después de tantos accidentes, ha faltado poner más medidas y explorar otras opciones de las que se ha hablado y que nunca se han materializado, como instalar semáforos. Recuerda que en 2018 ya se cambió la circulación interna dentro del parque y esto tampoco ha ayudado a disminuir la siniestralidad en esta rotonda.

Cree que tampoco se ha hecho suficiente para mejorar la señalización con el fin de que quienes van al centro comercial sepan que tienen itinerarios alternativos sin tener que pasar por la rotonda. «Llevamos años reclamándolo al Ministerio de Fomento y al Ayuntamiento pero no hay manera», explica. Recuerda, además, que aquí no solo vienen clientes de Tarragona o Reus, sino también de otros municipios cercanos y la señalización no ayuda a que sepan los itinerarios posibles.

Señala que tampoco les han hecho caso con la reivindicación de un nuevo enlace desde la A-7, es decir, tener un carril exclusivo para entrar a Les Gavarres que ayude a aliviar la presión los festivos y fines de semana. «Es lo que hay en todos los parques comerciales de España», apunta.

Cree que urge poner una solución al caos que se forma en la rotonda ya que el tráfico se multiplicará con la puesta en marcha de Ten Brinke y habrá que contar con que los clientes se moverán de una zona comercial a otra.

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