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La Colla Gegantera del Passeig Torroja cumple una década de vida y quiere celebrarlo por todo lo grande, con una macrofiesta gegantera de aquellas que tan solo pueden verse en contadas ocasiones. Tendrá lugar el sábado 10 de agosto y contará con la participación de 45 agrupaciones de toda Catalunya e incluso de Navarra. Esto supone casi un centenar de gegants y un millar de personas involucradas, en un evento que empezará a las 16.30 en la Catedral y finalizará con un baile conjunto, en la Plaça Corsini.
El acto también servirá para presentar los Gegants Vells, tras su restauración. Los trabajos los ha hecho Pol Olivés, un joven ilerdense de tan solo 16 años de edad, que ha estado trabajando durante cinco meses para renovar las caras y manos de las dos piezas. «Los jóvenes geganters deben seguir adelante y le hacía mucha ilusión», explica Aaron Sentís. La historia de los Gegants Vells empieza en la vivienda de esta familia de la Part Alta. El padre, Ramon Sentís, había empezado a portar el Gegant Moro en el año 1989. En muchas de estas salidas le acompañaba su hijo, Aaron. «Me veía y él también quería un gegant», explica el padre.
Tras acabar de trabajar y desde el comedor de casa, Ramon empezaba a hacer realidad la primera reivindicación de su hijo: el Magí, un gegant, hecho de barro que pesaba 96 kilos y que se presentó públicamente coincidiendo con las Festes de Sant Roc. De esto hace diez años y de esta forma nacía la Colla Gegantera del Passeig Torroja, una entidad formada por gitanos y payos, que es una clara muestra de la unión y la hermandad entre sus miembros, pero también hacia la ciudad.
Un año más tarde se presentaba la geganta Tecla y el gegantó Doraemon. La colla se hacía grande y la saga gegantera no ha parado de crecer. Las últimas incorporaciones eran los Gegants Egipcis: Ramsés II y Nefertari, hace dos años. Así es que se fueron sumando nuevos familiares y conocidos hasta la actualidad, que agrupa casi unas veinte personas.
Pese a ello, padre e hijo siguen siendo el eje estructural de la entidad. El primero, como presidente, mientras la segunda generación sigue de cerca los pasos, de momento desde la vicepresidencia.
Durante estos días, la familia Sentís vive de forma frenética la presentación de la fiesta del décimo aniversario. Los «invitados» han estado cuidadosamente seleccionados. Estarán los gegants de Huarte (Navarra) que se hicieron en Reus; también los de Catalunya, Cultura y Treball, que salen en contadas ocasiones y que están custodiados por la Ciutat Gegantera, que este año es Castellbisbal. Igualada, Girona, los Gegantos del Pi, que este año cumplen 350 años, los de Matadepera, de Tortosa y un largo etcétera de parejas que representarán al conjunto de la geografía catalana.
El encuentro será una nueva oportunidad para ver en Tarragona los gegants centenarios de Ca l’Agapito, que pagó esta familia del conocido anticuario que vivía en la Plaça del Pallol, Agapito Franquet y cuando falleció en 1998 fueron a parar a Les Fonts del Vallès, en Terrassa. La pareja de centenarios volverá a su ciudad natal, a la que no han regresado desde hace décadas.
La lista de entidades invitados ha tenido que limitarse ya que habitualmente se pactan intercambios y esto hipotecará la agenda y las finanzas de la entidad, durante los próximos meses.
En cuanto a las entidades locales, estarán los del Carrer Merceria, que son padrinos, también los del Sagrat Cor, los del Casc Antic y los Tarraco Escipions. Además, los anfitriones serán acompañados por una banda de instrumentes especiales que ha creado adrede el tarraconense Raül Cid. Se trata de los Vermuts del Camp, que está preparando una actuación especial para la celebración.
La del sábado día 10 será la sexta edición de esta Trobada de Gegants i Nanos, que forma parte de las fiestas de Sant Magí. «Siempre habíamos sido más de Sant Magí y como todas las entidades siempre hacen cosas para Santa Tecla, pensamos en que era una oportunidad para hacer más grande la fiesta mayor pequeña», explica Ramon Sentís.
La fecha del acto se cerró con el Ayuntamiento durante el pasado mes de noviembre. Y esto no ha impedido que, a medida que el programa de actividades para este día se ha ido ampliando, el evento finalmente ha tenido que avanzarse y acabará empezando dos horas antes que de costumbre. «No lucirá tanto», lamentan.
