La URV analiza los datos de radiactividad ambiental en tiempo real

La Unitat de Física Médica de la URV analiza en tiempo real los datos registrados por las estaciones de medida de la Xarxa de Vigilància Radiològica Ambiental de la Generalitat de Catalunya para garantizar la correcta calidad radiológica ambiental a través de las herramientas automáticas desarrolladas por la misma unidad.

Así, la red mide de manera continuada la radiación que hay en el ambiente, que se monitoriza en las proximidades de las centrales nucleares de Vandellòs y Ascó y al resto del territorio. El mapa resultante es público y muestra en tiempo real la tasa de dosis obtenida a partir de la medida de las radiaciones gamma en las diferentes estaciones.

Unos cincuenta detectores, algunos de los cuales han sido desarrollados por la unidad de la URV, envían los datos de radiación ambiental desde los diferentes puntos del territorio a la base de datos que gestiona el equipo integrado por Marçal Salvadó, Elena Prieto, Ignasi Reichardt y Agustín Cerezo.

Con un decalaje de 10 minutos, que se considera tiempo real, los investigadores las pueden analizar gracias a los algoritmos que han ideado. Este análisis permite alertar del riesgo radiológico potencial para la población y detectar la evolución de elementos radiactivos y de los niveles de radiación, tanto ambiental como posibles emanaciones de origen artificial.

Control de la radiación artificial con niveles de alarma robustos

La vigilancia de la radiación ambiental es necesaria y preceptiva por directivas europeas, sobre todo en cuanto a la radiación de origen artificial. «Medir la radiación permite verificar que los isótopos radiactivos presentes en el medio son siempre de origen natural y, al mismo tiempo, permite alertar en el mínimo tiempo posible si se detectan isótopos artificiales”, explica Elena Prieto.

Sin embargo, “la mayor contribución de radiación artificial que recibe la población proviene de las irradiaciones que se utilizan en la Medicina, para exploraciones de radiodiagnóstico, tratamientos de radioterapia o el uso de la medicina nuclear, – especifica Marçal Salvadó- si bien en los casos de usos terapéuticos no existe un límite de radiación por el paciente y no se tiene en cuenta en los registros ambientales.”

EL equipo de investigadores formado por Elena Prieto, Marçal Salvadó, Ignasi Reichardt y Agustín Cerezo. Foto: URV

De aquí el valor del trabajo de la Unitat de Física Mèdica de la URV, que en el proceso de análisis de los datos establece alarmas y minimiza los falsos positivos, como por ejemplo cuando se incrementa la tasa de de dosis de radiación de isótopos de origen natural, como por ejemplo el Bi-214, Pb-214 o Pb-212, a causa de episodios de lluvias, puesto que las gotas de agua arrastran estas partículas naturales que se encuentran al aire.

«Al tratarse de medidas muy rápidas, los algoritmos que hemos desarrollado nos permiten separar la contribución de los elementos naturales de los artificiales. Hace falta que la estadística sea rigurosa para que los niveles de alarma sean robustos», explica Ignasi Reichardt.

Los valores radiológicos también se estudian a posteriori porque los datos que se muestran sobre el mapa, a pesar de haber sido analizadas para recibir avisos automáticos, pueden presentar valores puntualmente anómalos.

Un aumento de tasa de dosis en una estación de medida no implica necesariamente que se haya producido un aumento de la radiactividad a la zona. Con la depuración posterior se excluyen los valores radiológicamente no significativos que podrían estar relacionados con valores espurios puntuales, un mal funcionamiento del equipo o intervenciones técnicas, por ejemplo.

Los datos depurados se pueden consultar clicando sobre cada estación o en el portal de Dades Obertes de la Generalitat de Catalunya.