Los esenciales que no se ven: de los quioscos a los talleres mecánicos

A pesar de mantener abierto, la gran mayoría de los negocios están sufriendo las consecuencias de esta crisis

29 marzo 2020 15:00 | Actualizado a 29 marzo 2020 15:37
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No son tiendas de alimentación ni de productos sanitarios pero también son consideradas como esenciales. En pleno estado de alarma también pueden seguir ofreciendo sus productos y servicios los quioscos, los estancos, las tiendas de animales de compañía, las clínicas veterinarias, las tintorerías o lavanderías, servicios de limpieza, correos, tiendas de informática o equipos tecnológicos, gasolineras, así como los talleres mecánicos. Pero aunque puedan tener abierto, esta crisis también les está afectando.

Quioscos

Melani Suárez es la propietaria del quiosco Roslena de la calle Ramón y Cajal de Tarragona. Abre cada día de siete de la mañana hasta las cuatro o cinco de la tarde. «En situación normal, abrimos hasta las nueve, pero nos hemos dado cuenta que por la tarde no viene nadie», explica Melani. Los quioscos forman parte del reducido grupo de comercios que funcionan durante esta crisis sanitaria.

«La población viene en busca del ‘Diari de Tarragona’. Les importa saber qué está pasando en su ciudad», explica Melani, propietaria de un quiosco Roslena de Tarragona

Los clientes, explica la quiosquera, compran sobre todo periódicos, revistas y algún que otro juguete. «La mayoría de gente viene con mascarilla y guantes. Otros se tapan con pañuelos», explica Melani, quien añade que «el mostrador indica la distancia de seguridad». La quiosquera asegura que hay clientes que no acaban de ser conscientes con la situación. «Mira que puse un cartel a fuera para avisar de que entren de uno en uno. Hay quien no hace caso. El otro día uno me dijo: ‘¡Más gente muere de gripe, hombre!’», explica Melani.

El único miedo de la propietaria es que la mayoría de sus clientes son gente mayor. «Trato de limpiar todo el rato con lejía el mostrador. Incluso le hecho spray a las monedas. Es como una obsesión», apunta. Melani asegura que las ventas han caído cerca de un 50% en las dos últimas dos semanas y añade que «la población viene en busca del Diari de Tarragona. Les importa saber qué está pasando en su ciudad».

Estancos

Alex Alegre, del Estanc del Temple, en el barrio homónimo de Tortosa, explica que hubo mucha afluencia de clientes los primeros días del confinamiento y al declararse el Estado de Alarma. «Mucha gente pensaba que los estancos tendríamos que cerrar, así que se proveyó de tabaco para tener durante el confinamiento en sus casas», explica.

Tras los primeros días en que aumentaron mucho las vendas, especialmente de los cigarrillos habituales, aunque también bastante de tabaco para liar (en la tendencia de aumento de los últimos años), ahora la situación ha vuelto a la normalidad. «Ahora el número de clientes es más normal, y las ventas se han ido reduciendo después de ese gran volumen vendido los primeros días. Ahora la gente creo que está respetando muy bien el confinamiento e intenta venir lo menos posible, comprando cierto volumen de tabaco de una vez».

Alegre explica que solo dejan entrar en el estanco dos personas a la vez, y manteniendo la distancia de seguridad. Los trabajadores usan guantes y mascarillas. «Ahora en unos pocos días nos llegarán unas mamparas de metraquilato que también nos ayudarán a mantener la distancia con los clientes».

Tiendas de animales y clínicas veterinarias

Las tiendas dirigidas al cuidado de nuestras mascotas también tienen permitido estar abiertas al público, aunque con ciertas limitaciones. En Deltaquari, uno de los comercios especializados en el cuidado animal de Amposta, Àngels Gelabert explicaba que trabajan en horario reducido por las mañanas y bajo las medidas de seguridad establecidas: «Despachamos a los clientes con guantes y mascarilla, además tampoco pueden entrar a la zona dónde tenemos a los animales, ya que nos hemos visto obligadas a instalar una barrera hecha con mesas para que no puedan pasar más allá de la entrada de la tienda», decía.

«Estamos viniendo cada día pero hemos cancelado todos los pedidos y vendemos muy poco, es muy triste», asegura Àngels Gelabert del Deltaquari Amposta 

Desde Deltaquari afirmaban que si tuvieran la tienda cerrada, deberían ir cada dos días para cuidar de los peces, los pájaros y los otros animales. «Estamos viniendo cada día, pero hemos cancelado todos los pedidos y vendemos muy poco, es muy triste. Abrimos porque nos han incluido dentro de los servicios imprescindibles, si no fuese así no valdría la pena», sentenciaba una de las propietarias. Este tipo de negocios, además de trabajar bajo servicios mínimos, deben limitarse a vender únicamente comida para las mascotas y algún producto antiparasitario o servicio de peluquería canina de emergencia.

Las clínicas veterinarias también han visto alterada su actividad. Emilio Beltran, del Centre Veterinari de Tarragona expone que ahora tan solo trabajan por las mañanas de las 10 a las 13 horas y tan solo realizan aquellas visitas de urgencia o algunas vacunas. Y están teniendo muchas dificultades para que les llegue material sanitario básico para trabajar como mascarillas o batas, con el riesgo que supone.

Servicios de limpieza

Las empresas de limpieza sí que se les ha multiplicado el trabajo. La compañía City Net de La Canonja, explican que las empresas químicas para las que trabajan o el mismo Port de Tarragona ha incrementado la frecuencia de limpieza de sus instalaciones. «Vamos desbordados» asegura la gerente de la empresa, Marta Torres. Aunque hayan dejado de prestar servicio de limpieza en algunos despachos, el aumento de trabajo en las empresas que deben seguir abiertas les ha compensado. En City Net cuentan con unos 40 empleados a los que han tenido que proporcionar los equipos de protección individual pertinentes.

Tintorerías y lavanderías

Pese que son uno de los establecimientos que puede abrir al público la mayoría de tintorerías de Tarragona están cerradas. La Tintorería Hispano Belga cerró des del pasado viernes. Su propietario, Josep Maria Torrents explica que «cerramos por fuerza mayor si no entra nadie, tener abierto es gastar dinero (…) la gente ahora está en casa y no vendrán a lavar ningún traje ni vestido». La mayoría de este gremio son autónomos y no saben si podrán volver a abrir el negocio.

Para las lavanderías esta situación tampoco está siendo fácil. ServiNet, una lavandería industrial de Reus que se dedicada al sector hotelero, de turismo, centros de ocio y campings se ha visto obligada a cerrar y llevar a cabo un ERTE. El propietario del negocio, Albert Paris, explica que ya notaron una bajada de productividad a raíz de la cancelación del Mobile World Congress en Barcelona. Y ahora de 20.000 kg de ropa que lavaban cada día pasaron a 0: «Si todos los establecimientos turísticos y de restauración cierran, nosotros no tenemos trabajo (…) estamos preocupados por como volverá a arrancar el sector porque tardaremos muchísimo en recuperar la tónica que llevábamos y las ayudas no son suficientes», explica París.

La lavandería Mesnet de Reus, sí que ha podido seguir abriendo ya que en su caso se encargan de lavar la ropa del Hospital Sant Joan de Reus y la de algunas residencias. Pero según fuentes consultadas por el Diari, su productividad también ha bajado muchísimo.

Las que permanecen abiertas son las lavanderías de autoservicio. Jordi Roca, de la lavandería de autoservicio LavaExpress ubicada en el barrio de Torreforta de Tarragona, asegura que ahora la afluencia de gente se ha visto reducida en un 80%. «Antes la gente lo aprovechaba para lavar cosas grandes como grandes colchas pero ahora solo por emergencias». Aunque no haya nadie físicamente estos días han incrementado la frecuencia de limpieza del local.

Tiendas de informática

Las tiendas de informática también han visto como ha disminuido su actividad. Ramon Padilla, de la tienda Infocoste de Salou optó por cerrar la tienda ya que no habría nadie por la calle además considera que «si todos tuviéramos cerrado antes pasaría esta epidemia». Aún así, sigue ofreciendo servicio para reparaciones desde su casa. Su negocio se verá muy repercutido por la crisis porque hay días que no puede facturar nada.

Gasolineras

Las gasolineras también han tenido que incrementar sus medidas de seguridad. Si tienen cafetería deben cerrarla. Desde la gasolinera Cepsa ubicada en el polígono de Valls explica que prácticamente no paran vehículos a repostar. En su caso, los trabajadores, que han hecho turnos usan guantes y mascarillas pero no están en contacto directo con el público. Lo que sí han incrementado es la limpieza diaria de las instalaciones, sobre todo de los diferentes surtidores.

Talleres mecánicos

Desde los talleres mecánicos también tienen abierto por posibles urgencias pero aseguran que la situación está siendo un «desastre». Eduardo Alessandria, de Edu Motor en Tarragona, asegura que prácticamente no tienen trabajo, son dos autónomos y «por el momento no tenemos ningún tipo de ayuda».

Antes del estado de alarma cada día podían reparar alrededor de 7 y 8 coches ya ahora, apenas tienen uno en el taller. «Tan solo reparamos las urgencias pero ahora la gente prácticamente no usa sus vehículos», señala Edu.

«Tan solo reparamos las urgencias pero ahora la gente prácticamente no usa sus vehículos», explica Eduardo Alessandria del Taller mecánico Edu Motor de Tarragona 

Ahora trabajan siempre con mascarilla y siguen utilizando guantes y protecciones para los asientos, el volante y la palanca de cambio para evitar el mínimo contacte en el interior de los vehículos.

Los comercios que tiran del carro en plena crisis del coronavirus en el Camp de Tarragona

Las tiendas de alimentación son uno de los servicios esenciales que deben permanecer abiertos durante esta crisis del coronavirus. La imagen de estanterías vacías en los supermercados y la aglomeración de gente para llenar los carros durante los primeros días de confinamiento se ha ido desvaneciendo.

Las farmacias y las ópticas siguen al pie del cañón

Las farmacias también están viviendo con preocupación la pandemia del coronavirus. En la farmacia Mireia Valls-Cristina Lobaco de Cambrils se han adoptado una serie de medidas para proteger a sus trabajadores y a sus clientes. La más notable es la instalación de mamparas en las cajas para que las farmacéuticas puedan trabajar con mayor comodidad y atender con seguridad a los usuarios.

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