Los excrementos de palomas se adueñan de la Tabacalera

Pese al desmontaje de la pantalla y del jardín vertical, el acceso a estas dependencias municipales se encuentra en un estado insalubre. «Me da asco entrar a trabajar», explican

20 enero 2021 18:28 | Actualizado a 21 enero 2021 05:53
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Vallas mal puestas, excrementos de palomas, paneles informativos totalmente oxidados, hierbajos desordenados, maderas a punto de romperse, lonas publicitarias en el suelo y aves descuartizadas. Este es el escenario en las inmediaciones de lo que en un futuro debe ser el centro cultural de la ciudad. «La Tabacalera da asco. No sé como hay gente que se atreve a venir a trabajar aquí cada día», explica Antònia Pons, una vecina que hace deporte en los jardines del edificio. Hace unas semanas, el Ayuntamiento desmontaba definitivamente la pantalla gigante y el jardín vertical, símbolo de lo que el anterior alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, vendía como ciudad inteligente. Con la retirada de esta estructura, parecía que la fachada quedaría más limpia y que las palomas buscarían otro hogar. Nada más lejos de la realidad.

La historia se remonta en verano de 2010, cuando se inició la transformación de la antigua fábrica de la Tabacalera. Se recuperaban dos de los almacenes –el 1 y el 2–, y se urbanizaban los jardines de delante del edificio, ubicados en la avenida Vidal i Barraquer. La guinda del pastel era la pantalla gigante y el jardín vertical, que supuso una inversión de tres millones de euros. Durante unos años, el espacio tuvo salida: desde conciertos hasta retransmisiones de partidos de fútbol. Los vecinos de la Part Baixa encontraron allí un espacio idóneo para hacer deporte o ir a pasear los domingos en familia. Pero la degradación se ha ido adueñando del lugar.

Actualmente, en el Magatzem 1 se encuentra ubicada la Capsa de Música, un espacio donde hacer conciertos. El Magatzem 2 concentra la gran parte de la actividad de la zona, con el Tarragona Impulsa, un servicio del Ayuntamiento que lleva a cabo programas relacionados con las políticas de ocupación. En este almacén también se ubica el Arxiu Municipal y un espacio de coworking. Todas estas instalaciones son dependencias municipales.

La fachada de ambos almacenes está plagada de palomas, lo que significa que la rampa por la que acceden trabajadores y usuarios está llena de excrementos e incluso de alguna paloma descuartizada. Irina Cuevas tiene 25 años y estudia un curso de auxiliar de administrativo que imparten en el Tarragona Impulsa. Cada día acude al lugar y cada día debe jugarse el peinada pasando por la rampa de acceso. «La técnica de la mayoría de nosotros es pasar con la carpeta en la cabeza. Es algo habitual que las palomas se caguen encima», explica Cuevas, quien añade que «era peor cuando había el jardín vertical. La estructura perdía agua por todos los lados». Esta alumna opina que «aquí se han dejado perder muchos millones», y se muestra convencida de que «un edificio como este, en cualquier otra ciudad, estaría muy bien valorado. Lo cuidarían. Aquí, en cambio, lo están dejando perder». 

Por su parte, los trabajadores, quienes prefieren mantenerse en el anonimato, aseguran que la situación se está volviendo insostenible. «Lo único bueno que vemos en todo esto es que parece que ahora están instalando pinchos en las ventanas del edificio, para que no se pongan las palomas», explica un empleado. El problema, para ellos, se centra en la rampa de acceso al recinto. Antes, se entraba a través de unas escaleras laterales, que estaban en mejor estado. «Durante estos últimos días de lluvia, la escena era verdaderamente asquerosa. Que para entrar a trabajar, tengas que pasar por un lugar donde hay palomas muertas, no es plato de buen gusto para nadie», explica otra trabajadora. Por no hablar del fuerte olor que desprenden las heces y que invade la zona. La situación en estas dependencias municipales es insalubre.

«Tuve que pedir perdón»

Xavier Pié es el presidente de la Associació de Músics de Tarragona (aMt), entidad que gestiona la Capsa de Música y que tiene la sede y las oficinas en el Magatzem 1 de la Tabacalera. «Las colonias de palomas afincadas en el jardín vertical se han quedado sin su hábitat natural y han optado por adueñarse de la fachada y las ventanas», explica Pié, quien añade que «me consta que el Ayuntamiento está encima del asunto y que, en cuestión de días, es probable que todas las ventanas del edificio ya cuenten con los pinchos que evitan la presencia de palomas». 

Pese a ello, Pié reconoce que el acceso al edificio es «de vergüenza», y explica como, en diciembre, cuando se celebró el último concierto en la Capsa de Música, «tuve que dirigirme al público presente para pedirles perdón por la imagen que estábamos dando. Les felicité por haber llegado hasta allí. No es fácil, teniendo en cuenta la cantidad de suciedad y de excrementos que hay». Pié acaba asegurando que «se trata de unas dependencias municipales y el aspecto es horrible. Debería solucionarse ya».

Por su parte, desde la Associació de Veïns de Torres Jordi-Residencial Palau –barrio más cercano al equipamiento–, aseguran que «es una lástima que un edificio tan simbólico como es la Tabacalera, su entorno esté en este estado tan deplorable», explica Cristina Martínez, miembro de la junta de la entidad vecinal. La mayoría de vecinos de Torres Jordi y Residencial Palau utilizaban los jardines para hacer deporte. «Ahora ya no es apetecible», añade Martínez, quien asegura que las instalaciones «han sido víctimas de la desidia». Cabe recordar que a pocos metros de este espacio insalubre se está levantando uno de los edificios más punteros de la ciudad, como es el Kronos. «No sé cómo van a convivir estas dos realidades», añade Martínez.

Dignificar el espacio

El equipo de gobierno del alcalde Pau Ricomà tenía muy claro que una de las primeras actuaciones a llevar a cabo en el entorno del edificio de la Tabacalera era desmontar definitivamente la pantalla gigante y el jardín vertical. Los trabajos acabaron hace tan solo unas semanas. 

El concejal de Territori, Xavi Puig, asegura que «después de habernos librado de la principal fuente de insalubridad en el lugar, el siguiente paso es limpiar a fondo el espacio i dignificar los jardines de delante». La inversión prevista todavía no se conoce, pero Puig asegura que está contemplada en la partida de Parcs i Jardins. «En los próximos meses, ordenaremos la Tabacalera», acaba Puig.

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