Los Natzarens fueron los grandes protagonistas del este martes, como es tradición en la ciudad de Tarragona cada Martes Santo. Después de la misa en honor a los difuntos de la congregación y del viacrucis por el interior de la iglesia de Sant Francesc, era el turno de la procesión por las calles de la ciudad. El punto de inicio era la Rambla Vella.
La comitiva la abrían los Armats de La Sang, quienes daban paso a los misterios del Cirineu, de Jesús Natzarè y de Jesús és despullat de les seves vestidures. Las imágenes eran acompañadas por la Banda de Gaites, Cornetes i Tambors de la hermandad y por la Banda Infantil de Timbals.
El Sant Crist también procesionó al ritmo del Cor d’Aspirants, entidad que este año celebra su 40 aniversario. «Es el colectivo más joven de la entidad y, sin embargo, ya cumple 40 años. Eso significa que el relevo generacional está garantizado», decía Ferran Torné, presidente de la Reial Germandat de Jesús Natzarè.
Momento emotivo
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue cuando los pasos llegaron a la iglesia de Sant Miquel del Pla, casa de los Natzarens. Allí, su presidente quiso agradecer a los miembros de la congregación el trabajo que se hace durante todo el año para poder vivir una buena Setmana Santa. Ayer era un día importante para la entidad. Su día grande.