Los padres aprueban la vuelta al cole de los niños en plena sexta ola

Afirman que los colegios son lugares seguros a pesar de que los casos estén disparados y que la «presencialidad» y la «socialización» por parte de los alumnos es muy importante

11 enero 2022 16:10 | Actualizado a 12 enero 2022 09:00
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Los escolares de la provincia de Tarragona regresaron ayer a las aulas después de las vacaciones de Navidad en plena sexta ola de la covid. El debate sobre si era conveniente retomar las clases presenciales se zanjó la semana pasada en la Comisión Interterritorial de Salud Pública, donde se aprobó la vuelta al colegio este 10 de enero.

Los padres y las madres, en lineas generales, ven con buenos ojos el retorno de sus hijos a las aulas, tal y como ha constatado el Diari tras consultar algunas AMPAs de la provincia de Tarragona. Los progenitores coinciden en que sus hijos deben poder «socializar» y se cogen al rápido avance de la campaña de vacunación en las franjas más tempranas. También defienden que los centros educativos siguen todas las medidas de seguridad y creen que deben ir rebajándolas restricciones poco a poco.

Para Jonathan Ribé, presidente del AMPA del colegio Maria Rosa Molas de Reus, «está bien que los niños hayan podido retomar las clases presenciales después de las vacaciones de Navidad. La educación es muy importante y el colegio está haciendo muy bien las cosas y ha demostrado que es un espacio seguro».

Por su parte, Maleni, vocal del AMPA de la Escola Ponent de Tarragona y madre de un alumno de sexto de Primaria, ve «correcto que se haya vuelto a la presencialidad después de las vacaciones de Navidad. Porque lo que no puede ser es que no se pudiese volver a clase cuando se ha demostrado que los colegios son un espacio seguro para nuestros hijos. No tendría justificación haber pasado a las clases virtuales».

Esta opinión también es compartida por los padres de centros escolares de fuera de nuestra demarcación, como es el caso de la Escola de les Aigües de Barcelona. Allí, Victoria -que ayer por la mañana llevó a su hija al colegio-- comentaba que, aunque en las últimas semanas le ha llegado mucha información y que había tenido dudas al respecto, al final la reapertura de los colegios ha sido «la mejor decisión».

En la misma línea se expresaba Jordi, un padre de la misma escuela que recordó que compaginar la vida laboral, con las tareas de casa y los niños en casa, no es tarea sencilla para las familias. También apuntó que la situación derivada de la covid es diferente en cada escuela y municipio. En su caso concreto celebró que no hayan tenido ningún síntoma, ni se hayan encontrado mal. «En la escuela están mejor», concluyó.

Por su parte, Claudia remarcó que los niños están en un «entorno controlado», subrayando que el centro toma todas las medidas de seguridad y precaución necesarias. «Mientras todo se haga con criterio, es bueno que se reencuentren con sus amigos y que puedan regresar a sus rutinas», opinó. De hecho, explicó que en su caso tratan de no caer en un estado de «paranoia». «Trataremos de tener cuidado, salir con mascarilla, mantener la distancia y cuidarnos, pero no es cuestión de volvernos locos», señaló.

También lo veía de la misma forma César, padre de un niño de la misma escuela de Barcelona. «Hemos pasado las fiestas bien, no hemos enfermado, y a no ser que haya un brote muy grave está bien que vuelvan a la escuela», dijo. En este sentido, insistió en que «si por lo que sea se contagian» será una forma más «de inmunizarse», añadiendo que en el caso de los niños y jóvenes, están más sanos que los adultos y tienen «más defensas «.

División de opiniones

El cambio de las cuarentenas en los centros educativos propuesto por la Comisión Interterritorial de Salud Pública -que establece que un aula sólo deberá confinarse si detecta cinco o más casos positivos o una afectación del 20% o más- divide también a los progenitores. Mientras unos lo ven correcto, otros creen que no les aporta suficiente «seguridad».

Jonathan Ribé, desde el AMPA del Colegio Maria Rosa Molas encuentra «perfecto que solo se confine a toda la clase a partir de cinco positivos. En nuestro caso hemos sufrido tres confinamientos y siempre ha sido por el contagio de un solo alumno y me consta que en el resto de clases ha sido igual. No tiene sentido que se confine a todos si además están con mascarilla en las aulas».

En la misma línea se expresa Maleni, de la Escola Ponent de Tarragona, quien ve este cambio «como positivo porque entiendo que se ha demostrado que cuando ha habido algún positivo en la clases han sido uno o, como mucho, dos. Y tener que confinar a toda la clase perjudica mucho el ritmo de todos».

Así de «bien» lo ve también Victoria, madre de una alumna de la Escola de les Aigües de Barcelona, recordando que ahora que se ha avanzado en la vacunación infantil puede ser un buen momento para «rebajar un poco las restricciones», como por ejemplo con esta directriz. De hecho, recordó que «no suele haber más de un caso en cada clase» y que se puede «compaginar bien la medida» si se realiza de forma adecuada.

O Jean Piero, padre de una de las alumnas de este centro barcelonés, que aprovechó para reivindicar las mejoras que ha aportado el aumento de personas vacunadas. «Yo lo encuentro bien, si la vacuna sirve para algo, este escenario debería ser lo normal. Si son más de cinco entiendo que no puedan estar en clase, pero si son menos lo veo factible», argumentó este padre.

En cambio, hay algunos padres de alumnos que no acaban de verlo claro, como es el caso de Claudia, quien cree que no hay que irse tampoco «al otro extremo». «Cinco positivos ya es un brote, cada uno hará lo posible por aislarse, pero creo que es un número importante para una clase de veinte niños», opinó.

Estas discrepancias sobre la cuarentena también se constatan entre los padres y los profesores. Mientras las Associacions Federades de Famílies d’Alumnes de Catalunya (Affac) han avalado la reducción de las cuarentenas por Covid-19 en la educación primaria en el inicio del segundo trimestre, el sindicato educativo Ustec·Stes, el mayoritario en la enseñanza no universitaria en Catalunya, ha considerado que tomar esta decisión con una alta transmisión de la variante Ómicron es «muy irresponsable».

La presidenta de Affac, Belén Tascón, ha descrito como «fundamental» reducir la obligación a los grupos con cinco casos o más, o un 20% de los alumnos del grupo que hayan dado positivo en un periodo de siete días, para disminuir la diferenciación entre alumnos vacunados y no vacunados. Y también recordó que los niños experimentan un covid más leve.

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