Los testamentos aumentan en Tarragona durante la pandemia

El parón de primavera pero también la incertidumbre y el miedo a la muerte hacen que los documentos para legar crezcan más de un 25%. También suben las voluntades anticipadas

21 diciembre 2020 06:50 | Actualizado a 21 diciembre 2020 12:42
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Los testamentos han aumentado en Tarragona durante la pandemia. En los últimos cuatro meses el número de estas gestiones ha crecido en relación a 2019, fundamentalmente por dos razones. Por un lado, una cuestión pragmática: el parón en seco durante el confinamiento domiciliario de marzo y abril hizo desplomar la firma de estos documentos, recuperándose en los meses siguientes; por el otro, hay un motivo de fondo, expuesto por algunos notarios tarraconenses: la vulnerabilidad ante el virus hace que muchos ciudadanos sientan la urgencia de planificar la sucesión y dejar la herencia bien atada.

Hay un temor explicitado en las consultas a que un desenlace fatal e imprevisto provoque problemas en una sucesión que no ha quedado amarrada convenientemente. «Hemos notado un incremento, quizás porque la gente pasa más tiempo en casa, tiene más rato para pensar y, al ver en los medios que se producen tantos fallecimientos, les puede llevar a realizar el testamento», explica el notario tarraconense José Manuel Valiente, subdelegado de la junta del Col·legi de Notaris de Catalunya en Tarragona.

Incremento de hasta el 38%

Los datos del ente colegial indican un incremento en los cinco distritos notariales que componen la provincia. Entre mayo y septiembre de este año se han firmado 4.919 testamentos en las comarcas tarraconenses, por los 3.879 del mismo periodo de 2019. Son 1.040 más, un incremento de prácticamente el 27%. En julio, por ejemplo, se pasó de 1.106 documentos a 1.534, una subida del 38%, en un solo mes.

Bien es cierto que parte de esos trámites son derivados del confinamiento domiciliario, que redujo los testamentos prácticamente a la insignificancia, a pesar de que las notarías, como servicio esencial, no cerraron nunca. Solo dos ejemplos: en abril se pasó de 1.015 a únicamente 86 mientras que en mayo, el mes en el que empezó la reapertura general y progresiva de servicios, la rúbrica del documento descendió de 1.116 a 563. «Creo que se hacen los mismos testamentos o con una ligera fluctuación. No hay una sensación de ‘me voy a morir’, o de que tengo que testar más porque veo que la situación es peligrosa. Al menos, eso no es relevante. Influye que durante prácticamente dos meses esos testamentos no se hicieron y luego se han ido recuperando», sostiene Martín Garrido, delegado del Col·legi de Notaris en Tarragona.

En otros despachos la incidencia sí se ha notado especialmente. «Desde verano hemos notado un incremento. Viene gente de todo tipo, diferentes perfiles, no solo personas mayores, sino también parejas jóvenes. Hay un miedo evidente, que se refleja cuando nos vienen a hacer consultas», asume Valiente. Ángel María Doblado, notario en Tarragona, también ha vivido ese incremento: «Hemos notado un aumento. Es algo que vemos prácticamente a diario. La gente ve ahora más cerca eso que no quiere ver nadie, que es la muerte. Vienen y te lo explican, te dicen que ante esta situación puede pasar cualquier cosa. Era un trámite que se iba postergando, para el que nunca se encontraba tiempo, y, de repente, hay perfiles que ven que es momento ahora para testar. Hay un incremento tanto de firmas como de consultas».

Doblado define esta tendencia como «bien perceptible» y que va más allá de la restitución por el aplazamiento de las últimas voluntades que tuvo lugar durante la primera oleada: «Puede haber una recuperación de lo que no se hizo, en un cierto porcentaje, pero creo que no compensa. Hay una preocupación genuina nueva, que es evidente porque te lo dicen. Nos vienen personas de cierta edad, pero no exclusivamente mayores, también parejas jóvenes con hijos aprovechan para hacer la gestión».

De alguna manera, el impacto de la mortalidad y, sobre todo, la imprevisilidad de la situación sanitaria han golpeado emocionalmente en este sentido, hasta disparar el interés de legar con seguridad y garantías. Los notarios también perciben en su día a día otras derivadas del incremento de la mortalidad. Aunque aún es pronto para calibrar algunas dinámicas, sí se percibe incidencia. «Hemos notado un incremento en el número de herencias. También hay más solicitudes de copias de testamento», admite Valiente.

Martín Garrido sostiene que «al haber más muertos, tendría que haber más herencias», pero matiza: «El impuesto de sucesiones ha subido, de forma que las herencias empiezan a ser fiscalmente más gravosas y eso hace que ese eventual aumento no se esté produciendo, al menos por el momento». Pero no solo hay una mayor concienciación y premura por legar los bienes, sino también por otro tipo de solicitudes oficiales. «Están subiendo las voluntades anticipadas, que es otro reflejo de la situación. Crecen, además, mencionando el virus como detonante», reconoce el notario Ángel María Doblado.

Se trata de una especie de testamento vital en el que la persona expresa su voluntad sobre las atenciones médicas que desea recibir en el caso de padecer una enfermedad irreversible o terminal que le impida expresarse por sí misma. «Se trata de un procedimiento que se pueda hacer desde el punto de vista de la sanidad pero también a través de la notaría», cuenta Doblado. El otro proceso relacionado y que, según algunos notarios, también ha crecido, son los poderes preventivos, en los que una persona, en previsión de una futura invalidez, otorga a otra la capacidad de representarle en su esfera personal y patrimonial. «Hemos visto que hay un incremento de los poderes, que acaban de completar este trío de opciones. Hay personas que, ante esta situación incierta, vienen y hacen testamento, voluntades anticipadas y poder», cuenta Doblado.

Si bien en el acumulado de todo el año, las cifras de 2019 continúan siendo superiores, después de la desescalada los testamentos han crecido de forma generalizada en todos los distritos de la provincia, pero también en otros puntos de España. Es a partir de mediados de junio, con la entrada en la nueva normalidad, cuando empiezan a incrementarse las consultas al respecto en los despachos. El Consejo General del Notariado también ha reconocido que existe un aumento y una mayor preocupación de la ciudadanía por ordenar la sucesión.

Comentarios
Multimedia Diari