Los viejos rockeros nunca mueren en la Plaça de la Font

Cuando ya faltan menos de cuatro meses para las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, una cosa está clara: los partidos políticos piensan que la experiencia es un grado... o dos. Solo así se entiende que, entre las principales formaciones del Saló de Plens, la renovación de los alcaldables brille por su ausencia, con líderes con una larga y dilatada trayectoria en la Plaça de la Font.

Prueba de ello es que dos de las grandes novedades para este 2023, en realidad, no lo serán tanto. De hecho, Jordi Sendra (Junts per Catalunya) y Maria Mercè Martorell (PP), serán los dos alcaldables que en la próxima campaña electoral contarán con una mayor experiencia en el Consistorio pese a volver justo ahora a la primera línea municipal. El primero fue concejal entre 2002 y 2015, mientras que la segunda ocupó un escaño en el Saló de Plens entre 1995 y 2007.

Se da la curiosa circunstancia de que el ahora líder de los de Puigdemont y la candidata de Alberto Núñez Feijóo compartieron gobierno entre 2002 y 2007 bajo el mando del convergente Nadal (Joan Miquel) y del popular Ricomà (Francesc). Sendra llevó durante esos tiempos la Brigada Municipal y la concejalía de Urbanisme, mientras que Martorell gestionaba Patrimoni, que justo entonces estrenaba la declaración mundial de la Unesco. Sin embargo, dos décadas después los tiempos han cambiado, el escenario ha dado un giro de 180 grados y, a día de hoy, parece completamente imposible que ambos puedan volver a estar, a corto plazo, en un mismo equipo de gobierno.

Experiencia municipal

La falta de savia nueva también es un hecho en Esquerra y el PSC. Los primeros, como era de esperar, optarán por salir desde la pole position que da la alcaldía de un Pau Ricomà que justo ahora afrontará su tercera campaña electoral, tras entrar en el Consistorio en junio de 2015. El líder municipal se rodeará, además, de su núcleo de máxima confianza, con Xavier Puig, Jordi Fortuny y Mary López a la cabeza.

Por su parte, el PSC ha decidido que el histórico relevo de Josep Fèlix Ballesteros sea Rubén Viñuales, quien ya se presentó en las municipales de 2015 y 2019 con Ciutadans. De hecho, el excandidato naranja estuvo en el Ayuntamiento hasta diciembre de 2020, cuando se dio de baja del partido de Arrimadas y se fue a una formación socialista que este 2023 afrontará el reto del cambio generacional tras dos décadas de liderazgo de Pep Fèlix.

En Ciutadans y la CUP también se apuesta por la continuidad. Los primeros lanzan a la arena de la campaña a su actual portavoz, Lorena de la Fuente –que está en el pleno desde 2020 tras la marcha, precisamente, de Viñuales–, mientras que la CUP se alinea con Eva Miguel, quien forma parte del Saló de Plens desde 2019 tras ser la número ‘2’ de la candidatura de Laia Estrada. Asimismo, solo faltan el PDeCAT y En Comú Podem. Para los primeros no se descarta a Dídac Nadal –un apellido ilustre en la Plaça de la Font–, mientras que en los segundos se rumorea una posible continuidad de Àngels Pérez. Los viejos rockeros nunca mueren. Y menos en la Plaça de la Font.