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Entre las diez y las doce de la noche del pasado sábado los Mossos d’Esquadra recibieron un nuevo aviso por robo en un piso del Parc Francolí, lo que supone ya una veintena de denuncias por hurto en viviendas de la zona en tan solo medio año. Desde la asociación de vecinos mantienen que todos ellos tienen una sensación de inseguridad debido a, entre otras cosas, la poca iluminación de las calles.
La leve presencia de los cuerpos de seguridad también hace aumentar esa sensación que «pese a tener las comisarías de Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana y Guardia Civil bien cerca, nos da la impresión que el barrio está bastante olvidado», comenta Roser Barrio, presidenta de la Associació de Veïns Parc Francolí.
El vivienda afectada esta vez es el primer piso del número 3 de la calle Jaume Vidal i Alcover. Los Mossos d’Esquadra están investigando el caso y hasta el momento han informado que los presuntos ladrones entraron al domicilio escalando y aprovecharon que el balcón estaba abierto.
El resultado fue la sustracción de joyas y un auténtico desastre por todo el piso, ya que los ladrones lo revolvieron todo de arriba a abajo en busca de dinero y más joyas, que es lo que suelen robar en esta zona en los últimos meses. Por suerte, los propietarios no se encontraban en la vivienda.
Alarmas de seguridad
Algunos vecinos de la calle y alrededores se han decantado por instalar en sus casas sistemas de seguridad para evitar futuros robos.
Tras la omisión de sus reiteradas quejas por parte del Ayuntamiento de Tarragona, han optado por esta solución. La inseguridad y malestar parece aumentar en estos meses de verano, que por culpa del calor muchos propietarios dejan las ventanas y balcones de sus viviendas abiertos por las noches para que entre el aire, lo que supone un facilidad más para que los ladrones entren a sus pisos.
Roser Barrio considera que para poner fin a esta ola de robos es que se les acabe haciendo caso cuando se tengan en cuenta las continuas denuncias que han puesto desde que empezó el año. «No queremos vivir con el miedo en el cuerpo. Como el Ayuntamiento se basa en estadísticas, hemos aconsejado a los vecinos que pongan siempre una denuncia cada vez que sufran un robo o similar», añadía.
Aunque la principal preocupación sean los asaltos a las viviendas, la zona es un foco de vandalismo desde hace unos años. Los hurtos en coches aparcados y el robo de cable eléctrico también hacen aumentar el nerviosismo. Situaciones como estas llevan denunciándose desde hace más de tres años.
Muchos de los vecinos aseguran que jamás hubieran imaginado estos quebraderos de cabeza al mudarse a esta zona aparentemente tranquila. La única esperanza que les queda es que se les tenga en cuenta y que se aplique una solución contundente lo máspronto posible.
