«Por culpa de internet en un momento te quedas analfabeta»

«Hay que ser autónomos. ¡Siempre! Hay que estar actualizados porque todo cambia», dice enfática Carmen Noguero, una de las alumnas del taller de acceso a internet que se está desarrollando en la Llar de Jubilats Tarraco. Isabel Escudero, otra de las alumnas, explica que aunque ahora está jubilada trabajó con ordenadores durante muchos años «pero con internet en un momento te quedas analfabeta».

Las dos forman parte de uno de los 10 grupos de la ciudad que asisten a estos talleres que se están impartiendo en distintas Llars Municpals de Gent Gran de la ciudad. En ellos se está formando a un centenar de personas aunque, como explica Celia López, responsable del programa de Gent Gran Activa, la gran demanda daría para hacer muchos más.

Antes de la irrupción de la Covid-19 ya hacían cursos de informática con ordenadores de sobremesa, pero la pandemia no solo desató el interés de los mayores sino que les obligó a replantearse el formato. Una de las medidas fue cambiar de dispositivo, por lo que decidieron adquirir una treintena de tabletas porque son más fáciles de desinfectar y porque es más probable que los mayores cuenten con una que con un ordenador. Algunos días, no obstante, les basta con el móvil que es, de hecho, lo que más utilizan en su vida cotidiana.

La concejal de Gent Gran del Ayuntamiento de Tarragona, Maria José López, reconoce que «La situación vivida durante la pandemia nos ha enseñado la importancia de saber utilizar internet, ya sea para consultar aplicaciones como La Meva Salut, para pedir una cita previa a un organismo oficial o para participar en redes sociales y hacer vídeo llamadas para apaciguar el sentimiento de soledad que a veces se puede tener».

¡Qué listo es este Google Maps!

La clase a la que asistimos la dirige Carlos Aguayo, trabajador e integrador social, que nos cuenta que las primeras clases le ha tocado trabajar mucho en que sus alumnos superen sus prejuicios. «Traen mucha voluntad y ganas de aprender, pero también la idea de que nadie tendrá paciencia para enseñarles... Además les preocupa la seguridad y su privacidad», relata.

Este día están repasando algunos aspectos del Google Maps y uno de los asistentes cuenta que para practicar se ha ido al parque y le ha pasado su ubicación a su mujer que estaba en casa. Aguayo lo felicita: «y además si un día tienes una emergencia vas a agradecer saber manejarlo».

El instructor les pide que busquen con la aplicación el mejor trayecto para ir a la Catedral. Una de las mujeres exclama que: «si esto hasta te dice dónde están los bares en el camino. ¡Qué listo es el Google Maps!».

De repente una de las alumnas dice que le ha llegado una encuesta hecha en WhatsApp. ¡Sorpresa! Se trata de un servicio muy reciente del que no teníamos ni idea y por el que enseguida todos comienzan a interesarse. «Te sorprenderías de la capacidad de aprendizaje de las personas mayores. A mi desde luego esta experiencia me ha cambiado la perspectiva», cuenta Aguayo.

En el temario como no, Whats App es uno de los temas estrella, pero lo cierto es que comienzan desde cero, aprendiendo a agregar un contacto en el teléfono o a conectarse al wifi. También aprenden a hacerse una cuenta de correo electrónico y un perfil en las redes sociales, así como el funcionamiento de aplicaciones que les pueden ser útiles como la de la EMT o algunas para hacer reuniones online o para trabajar la memoria.

Justamente una de las que más les interesa manejar es la aplicación de La Meva Salut. Por ello, a propósito del Día Internacional de Informática que se celebra el 9 de diciembre, próximamente tendrán unas sesiones especiales dirigidas por el CatSalut para aprender a manejarla al detalle.

El taller dura tres meses, pero muchos participantes piden que se amplíe, algo que no es posible porque hay que dar entrada a quienes se encuentran en lista de espera.

La clase se acaba con la promesa de practicar las encuestas de WhastApp en el grupo que tienen y una de las asistentes reconoce que está contenta porque, por fin, maneja la tecnología, pero también por la interacción con los compañeros. Una conversación cara a cara, dice, es insustituible.