La reunión del Senat de Tarragona de ayer dio para abordar numerosos temas y hacer más de un anuncio. Uno de ellos es la redacción de una normativa que prohibirá la colocación de pegatinas publicitarias en las fachadas de viviendas y comercios. La medida está motivada en el hecho de que la ciudad vive una especie de «guerra de cerrajeros» , según explicó el concejal de Relaciones ciudadanas, Paco Zapater, quien denunció que se trata de una práctica que desluce los inmuebles y que, en muchos casos, quienes se anuncian, ni siquiera son profesionales del sector.
No obstante, el principal llamado de ayer del Senat fue a la apertura «urgente e inexcusable» de la Unidad de Hemodinámica del hospital Joan XXIII 24 horas. Además, también se reivindicó la apertura de una UVI pediátrica, ya que Tarragona es la única capital catalana que no cuenta con este servicio.
También hubo oportunidad para revisar la situación de las obras del Mercat Central, sobre las cuales el alcalde, Josep Félix Ballesteros, aseguró que la financiación está garantizada.
En este sentido también se insistió en que, una vez acabadas las obras y derribada la carpa provisional, los comerciantes del mercadillo de la Rambla deberán regresar a la Plaça Corsini. «La Rambla es, como su nombre lo indica, un paseo, una zona de relaciones ciudadanas, así que el uso debe ser para los ciudadanos», explicó Zapater.
Además, en la reunión se anunció que en las próximas semanas comenzarán las obras para abrir al tráfico de vehículos entre la calle Ixart y Estanislau Figueres. El año pasado se había anunciado que para acometer la obra se deberá derribar dos edificios aledaños.
Renovación en marcha
Finalmente, Zapater explicó que este órgano consultivo ya ha comenzado su proceso de renovación, tal como marcan los estatutos. Ya se ha abierto el proceso para que la ciudadanía pueda proponer nombres para renovar a 10 senadores, el 25% del órgano que cuenta con 40 senadores aunque a la reunión de ayer sólo acudieron 22.