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¿Qué supone aparecer en el número 31 del ranking turístico de este año del New York Times?
Es una inyección de autoestima. La respuesta general de la gente que viene de fuera sobre la ciudad es de sorpresa agradable. Tarragona es maravillosa, es un reconocimiento a nuestra realidad. También es cierto que entre nuestros objetivos turísticos está la internacionalización, que se logra por ejemplo con el Grupo Ciudades Patrimonio pero también con el posicionamiento digital.
La oposición le critica que no apuesta por el turismo, que sobra dinero del Patronat y que estuvieron meses sin gerente.
La oposición lo critica todo... La realidad es que el sector está satisfecho. Muchos destinos están contentos por acercarse a los registros de 2019, pero nosotros los hemos superado con claridad, con un turismo bien orientado hacia la sostenibilidad.
¿A qué se refiere con turismo sostenible?
Lo primero es que el sector pueda desarrollar su trabajo de manera positiva. Lo segundo es mantener una buena relación con el medio ambiente. Y también que en las inversiones los primeros beneficiados sean los ciudadanos. Un ejemplo son los 3,5 millones que permitirán la zona peatonal del Serrallo, el depósito de agua de La Móra o la red de carriles bici.
¿No es una contradicción apostar por la internacionalización y el turismo sostenible?
En absoluto. Estamos promoviendo el turismo en tren. Fuimos a Madrid a promocionar que estamos a dos horas y media, y la realidad es que el año pasado subieron mucho los datos de fuera de Catalunya. También vemos con optimismo que tengamos la línea de AVE hasta Lyon y Marsella, ya que el mercado francés es muy importante. Tarragona tiene una carga turística muy asumible, que permite que el visitante comparta experiencias con el ciudadano. No tenemos cosas para guiris.
¿Hay peligro de masificación por salir en el New York Times?
No, al final todo depende de nuestra infraestructura, que en campings es muy potente pero nos faltan plazas hoteleras. Podemos crecer sin problemas de convivencia.
Proyectos como Ca l’Ardiaca no arrancan.
La empresa que la compró pretendía hacer una serie de actuaciones que Patrimoni no acepta. Se está pendiente de si llega alguna oportunidad vía los Next Generation que sea sobre patrimonio monumental privado.
¿Este posible Next Generation sería la última oportunidad?
Se hizo una compra por parte de un particular que, si no es viable, es un problema.
¿Se plantean expropiarlo?
Esto es muy complicado en una ciudad con tanto patrimonio como la nuestra. La vía es la explotación comercial.
¿Está a favor del Hard Rock?
No sé cuál es el problema que hay en los presupuestos. ERC contribuyó a remodelar el proyecto: se pasó de cinco casinos a uno.
Acció Climàtica se opone.
Es un informe técnico, no político.
¿Los cruceros son turismo sostenible?
Es una apuesta complementaria, nunca será la central. Es un elemento más que dinamiza la ciudad, como la restauración o el transporte privado.
¿El comercio debe abrir en domingo si hay cruceros?
Es que los que tienen menos de 400 metros cuadrados ya pueden hacerlo... Es decisión suya, pero a muchos no les salen los números. El pequeño comercio no debe ser viable solo los domingos, sino siempre porque es el que da carácter y vida a la ciudad.
¿Ten Brinke ayudará a este pequeño comercio que da vida a la ciudad? En 2019 ERC estaba en contra de ese plan y ahora, en cambio, han ido a poner la primera piedra de un hospital privado que se construirá allí.
Debemos ver cómo se desarrolla. Nosotros intentamos que el equilibrio entre comercio y servicios se decante a favor de los servicios, y por esto creemos que el hospital Viamed es una buena oportunidad.
¿Cuándo retirarán la plataforma del Miracle?
En el segundo semestre de este año. Queremos renaturalizar el litoral, haciendo cosas ligeras.
¿Qué le parece el estado en el que se encuentra el Fortí de la Reina?
Veremos cómo quedan los usos con el nuevo POUM y ver si podemos trabajar... Con el Next Generation mejoraremos el camino de ronda y la iluminación.
¿Hasta final de mandato habrá algún avance en la Tabacalera?
El problema es que, en otras ciudades, los usos y las inversiones se aceleraron rápido con el traspaso. Aquí esto no pasó.
¿En qué punto están ahora?
Estamos trabajando en proyectos para los almacenes, y nos gustaría que en el espacio central vaya la biblioteca. La comisión con el Govern y el Estado es un primer paso necesario.
¿Y el espacio central? Lo ofrecieron para el Fòrum Judicial, pero la Generalitat lo rechazó.
Sí, y ahora tenemos un compromiso en firme de 71 millones. Con el POUM esperamos ampliar los usos de la Tabacalera. Debemos ser pragmáticos.
¿El modelo Savinosa, todo público, es el que se quiere para la Tabacalera?
No, lo que debemos hacer es abrir los usos para que pueda haber cosas públicas y privadas mediante concesiones.
¿Qué Tabacalera tiene en la cabeza?
Queremos que la cultura y las tecnologías tengan un papel muy importante. Debe ser un espacio central de la ciudad, con usos diversos para generar actividad durante todo el día.
¿El ‘hub’ cultural de la Savinosa puede perjudicar a la Tabacalera? Tarragona puede tener dos epicentros culturales?
Sí, absolutamente.
En el plan de usos se hablaba de una inversión de más de cien millones. ¿Qué inversión podría asumir el Ayuntamiento?
El Consistorio, solo, no puede asumirlo. Falta encontrar sinergías públicas y privadas.
¿Trasladarán el Ayuntamiento de la Rambla a la Tabacalera?
Es una opción que no descartamos. Con los Next Generation hemos cambiado un poco las prioridades, pero está sobre la mesa.
¿Descarta ya el Museu Arqueològic?
No es fácil a corto plazo. Nos interesa la recuperación de la Necrópolis, que es un museo con un interés excepcional.
¿Casos como Iqoxe perjudican más al turismo que lo que lo beneficia el New York Times?
De momento no. Han venido más visitantes ahora que antes.
¿En tres años, se ha hecho suficiente para que la gente tenga más seguridad?
Se ha hecho mucho. El conseller Buch asumió el tema, con Sàmper hubo un parón –dijo que no había dinero para el Plaseqta– y con Elena se han impulsado con diligencia las inversiones en dispositivos, campañas informativas...
Hay alcaldes que dicen que hay sobreinformación química.
No lo entiendo, la sociedad pide información. Debemos ser conscientes de lo qué es pedir transparencia. La gente es inteligente para comprender cada mensaje en su situación real, como los SMS.
¿Tarragona sería viable sin la industria química?
Es difícil situarlo. Todas las actividades económicas tienen externalidades. Es un sector muy importante, con centros como el ICIQ, la universidad y con puestos de trabajo cualificados y estables. Con la química, Tarragona triplicó su población. Plantearnos un horizonte sin todo esto sería una reconversión muy complicada. Lo que debemos hacer es acompañar a la industria con la transición energética sostenible, el hidrógeno y en mejorar la seguridad.
Tarragona pierde cada año dinero con La Canonja, hasta que ya no cobrará nada de las químicas en 2026.
La Canonja tiene derecho a ser un municipio, pero la gestión de su independencia se hizo fatal. Fue el peor negocio que pudo hacer Tarragona.
¿Por qué?
Estamos perdiendo 14 millones anuales, no tiene sentido. Lo más inteligente habría sido consorciar un especie de CRT en el entorno de las químicas, ya que sus externalidades las sufrimos todos.
¿Aún se puede intentar?
Hay una ley para esto, y no sería fácil girarla. En ese momento alguien en Tarragona se creyó los paradigmas de la burbuja inmobiliaria, hizo el cuento de la lechera y pensó que tendríamos más de 200.000 habitantes en pocos años.
La segregación la firmó el conseller Ausàs, que era de ERC.
Y con Ballesteros de alcalde y Xavier Sabaté de delegado del Govern.
¿Hoy aceptaría la segregación de la Canonja?
Sí, pero desde una viabilidad de los dos municipios.
Este año tienen presupuesto.
Sí, es necesario tenerlo ante la gran inflación en el consumo energético, la revisión de los sueldos de los funcionarios, el pago de la deuda y el aumento de los contratos por el IPC. Todo esto sube 12 millones de euros. Lo hemos salvado, pero lo lógico habría sido poder contar con el PSC.
No hay manera...
No entendemos su bloqueo, y más con la inflación y la coyuntura actual. Esto hace daño a la ciudad, pero lograremos que la ciudad avance.
¿Han negociado?
Todo lo que hemos podido, pero esquivan la negociación. No han aportado casi nada, y lo poco que han planteado ha sido muy poco concreto. Están completamente escorados a la derecha, con un candidato de Ciutadans y con intento de bloqueo continuo
¿Inipro imposibilita que puedan acordar nada?
No lo sé, en el último mandato el PSC pactó con el PP y siguió cayendo en las urnas. No aprendieron la lección de que deberían entenderse con ERC y se han cerrado hacia la derecha. Deben reflexionar.
¿Estaría dispuesto a hablar con el PSC a partir de mayo?
Por la ciudad hablamos con todo el mundo, pero su nuevo líder de Ciutadans aún no ha presentado ninguna propuesta constructiva.
¿Ha hablado con Viñuales?
Sí.
¿Descarta gobernar con él?
Es que están en una deriva muy rara, en las antípodas de lo que se espera de un partido progresista y de izquierdas.
