‘Tristeza’ en TGN por la muerte del Carnestoltes

La Mascarada del Dol y los Ministrers del Camp i del Llamp pasearon ayer por la ciudad para compartir el duelo con todos los tarraconenses. Por la tarde se pudo velar el féretro en el Antic Ajuntament

01 marzo 2022 19:10 | Actualizado a 02 marzo 2022 09:10
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El Carnaval llegó a su fin y Tarragona llora. La ‘tristeza’ generalizada se pudo vivir durante la mañana de ayer por las calles de la ciudad. La Mascarada del Dol y los Ministrers del Camp i del Llamp fueron desde la Plaça de la Font hasta la Plaça Corsini, donde compartieron el duelo con los paradistas del Mercat Central. Después volvieron a subir al Ayuntamiento, donde el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, les recibió y dio el pésame. La comitiva estaba formada por el cura, el alcalde, las mujeres que lloraban y dos agentes de la Guardia Civil. Siguieron por la Part Alta, terminando el recorrido en la calle de les Coques. Todos ellos, miembros de la Colla La Bóta, actuaron durante toda la mañana con ese humor picante y satírico característico del Carnaval, sacando sonrisas y carcajadas a la gente pese a tratarse del final de las fiestas del jolgorio y de la llegada de la Cuaresma.

El ‘show’ por las diferentes paradas del Mercat Central fue especialmente divertido. Faltaban pocos minutos para las 12 horas y los puestos de carne, pescado y verduras estaban llenos de gente que hacía cola para comprar la comida. Y allí llegaban todos ellos, llorando y lamentando a gritos la muerte del Carnestoltes a la vez que repartían esquelas entre los presentes, algunos de los cuales se sorprendían más que otros, pero todos sacaban sus teléfonos para inmortalizar ese momento que solo ocurre una vez al año.

Jordi Vila, miembro de la Colla La Bóta y de la comparsa Cayo Largo, es el propietario de la parada Fruites i Verdures Manoli, uno de los primeros puestos que la Mascarada del Dol visitó en el Mercat. «El duelo para mí es uno de los momentos primordiales del Carnaval porque representa la pena que sentimos todos de que se acabe la fiesta», señalaba Vila, que añadía que «el hecho que vengan al Mercat y que se paseen por la ciudad, en sitios en los que se concentra bastante gente, sirve de alguna forma para concienciar a todo el mundo de que el Carnaval no es solamente el desfile del sábado ni los actos del fin de semana, sino que son varios días de actividades y hay que vivirlos todos». Cuando la comitiva del duelo pasó por su parada y el cura hizo la plegaria, Vila cogió un papel y leyó un verso que les había preparado a ellos que dice: «Madre mía, madre mía, Carnestoltes de primera. Concubina Francina, con esta alcachofa, seguro que se le empina. Madre mía, madre mía, Colla La Bóta, sois la pera». «Este año, por problemas personales, no he podido disfrutar del Carnaval como otras veces y con este verso he querido mostrarles la estima que le tengo a la colla», explicaba finalmente Vila.

Velatorio al féretro

A las 17.30 horas se abrieron las puertas del Antic Ajuntament, que durante la tarde de ayer se convirtió en la casa mortuoria que acogió el velatorio al féretro del Carnestoltes. En varias sesiones entre las 18 y las 19.30 horas, aquellos que quisieron pudieron entrar a dar su último adiós al gran protagonista del Carnaval.

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