Un Corpus Christi sin arzobispo y lleno de primeras veces

Sesenta días después del Domingo de Resurrección se celebra, tradicionalmente, el Corpus Christi. El día en cuestión era el pasado jueves, pero Tarragona –y otros municipios– lo festejan el domingo siguiente. Tras dos años sin procesión, hoy, la custodia de la Sagrada Forma ha vuelto a desfilar. Esta vez, y como novedad, por las calles de alrededor de la Catedral. El nuevo recorrido no ha sido el único cambio de la tarde. Hoy, el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, no ha podido presidir ni la eucaristía ni la procesión por prescripción médica. Tiene Covid.

Quien sí que ha participado del acto y de una manera muy especialha sido Maria Grau, una joven tarraconense que por primera vez se encargaba de llevar la custodia. Grau lleva toda su vida asistiendo a esta procesión: la mayoría de veces como espectadora y, en una ocasión, salió vestida de comunión. «Me hace mucha ilusión. Es una cita muy marcada en el calendario tarraconense y, poder participar en primera persona me emociona», explica Grau. Este año, los encargados de dirigir la Sagrada Forma han sido dos miembros de La Sang, uno del Gremi de Marejants y otro de la Confraria del Sant Crist dels Gitanos.

Esta procesión se caracteriza por contar con la participación de muchos niños, tanto desde dentro, vistiendo de comunión, como ejerciendo de espectadores, para disfrutar de los gegants. Es tradición que desfilen aquellos que han hecho la comunión este año en Tarragona. Anna Piñas es una de estas niñas. Su madre explica: «Siempre habíamos pensado que nos gustaría que tuviera la experiencia. Además, es una manera de aprovechar el vestido». Como cada año, más niñas que niños vestidas de comunión.

Al otro lado, Nara, que estaba entre el público, observaba perpleja los gegants y el Magí de les Timbales –los únicos elementos del Seguici que participan en esta procesión–. Tiene un año y medio y ha sido casi la primera vez que los tenía delante, en plena acción. «Hasta ahora, los había visto en versión pequeña, con las figuras de goma», dice su padre. Nara alucinaba. No parpadeaba para no perderse ni un paso.

Una de las particularidades de este año ha sido la alfombra de flores que hicieron siete voluntarios en el Pla de la Seu. Fueron Àngel, Marc, Sergi, Blanca, Emilia, Marga, liderados por la concejala Elvira Vidal. Se ponían manos a la obra a las seis de la mañana y han dibujado con flores cuatro imágenes significativas: la paloma de la paz, la bandera de la ciudad, una cruz y la custodia. Todo el mundo hacía fotos. El momento álgido ha sido cuando la Sagrada Forma procesionó por encima de la alfombra. Un año más Corpus Christi da la bienvenida al verano.

L’Ou com balla’ y su tradición

El claustro de la Catedral de Tarragona ha acogido hoy ‘L’Ou com balla’. Se trata de una tradición que tiene lugar en muchas poblaciones de Catalunya, el día de Corpus Christi. Consiste en colocar un huevo –una vez vacío y con un punto de cera para tapar el agujero por donde se ha vaciado–, sobre el chorro de agua de una fuente, de manera que dé vueltas sin caerse. La fuente en cuestión debe decorarse con flores y frutas.

En Tarragona, el año 1933, el canónigo Dr. Josep Vallès i Barceló fue el instigador de la tradición, que cogió fuerzas, sobre todo, después de la guerra.