Una obra modernista en Tarragona, olvidada

La Quinta de Sant Rafael. El edificio que está en el Parc de la Ciutat se está convirtiendo en el gran abandonado institucional y sin planes de futuro

02 septiembre 2019 14:40 | Actualizado a 25 septiembre 2019 13:01
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Antes de la edificación del edificio conocido como Quinta de Sant Rafael, en esa misma ubicación, se encontraron restos de época romana en lo que se piensa que fue un lugar donde se emplazaba una villa romana, que se cree que fue construida en época de Augusto (siglo I dC). También había un conjunto funerario donde se puede apreciar que las diferencias clases sociales del momento. Según el status que se tuviera, se enterraba de un modo u otro.

Esta villa y sus jardines conforman el actual Parc de la Ciutat, diseñado por el arquitecto modernista barcelonés Juli Maria Fossas Martínez (1868-1945) por petición de Marià Puig i Valls como residencia de reposo para su hermano que sufría arteriosclerosis. Con un presupuesto de unas 20.000 pesetas, ejecutó las obras Pau Armengol tardando sólo un año en contruirlo.

A nivel histórico, la ciudad de Tarragona sufrió muchas transformaciones que ya venían del siglo anterior. La filoxera afectó a las viñas de la ciudad en 1891 y eso provocó una fuerte depresión económica, junto con una pérdida demográfica que duró hasta 1910, coincidiendo con un fuerte corriente migratorio hacia la capital catalana por su industria y por la construcción de las instalaciones de la Exposición Mundial. Todo esto provocó que en 1903 a la ciudad tarraconense vivieran aproximadamente más de 20.000 habitantes. Y a nivel español, fue un periodo bastante convulso. A nivel político, el monarca Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad y asume sus responsabilidades como rey, dejándolo unos 30 años más tarde para dar paso a la Segunda República y en septiembre de 1923 se produjo el golpe de estado por parte del general Primo de Ribera. A nivel de conflictos se produjo la Semana Trágica (25 de julio a 2 de agosto de 1909), la Guerra del Rif (1920-1926) y explota el primer conflicto bélico de alcance mundial como fue la Primera Guerra Mundial (1914- 1918), donde España se mantuvo neutral.

Movimiento vienés

El edificio es una obra que reúne distintas propuestas modernistas y, como ya sucede en otras obras de este movimiento en la ciudad, presenta elementos del movimiento sezession vienés, es decir, del Art Nouveau. El modernismo catalán, al que pertenecía Fossas, fue un movimiento político y cultural que afecto a nivel catalán con la llegada de la Segunda Revolución Industrial con grandes innovaciones, como la llegada de la electricidad y la máquina de vapor. A nivel arquitectónico se caracterizó por la utilización de ladrillos de teja, estuco al fuego, hierro forjado y la vuelta catalana, junto con el predominio de la curva por encima de la recta, asimetría en sus formas, detallismo en la decoración para encontrarle una estética y el uso frecuente de motivos vegetales, naturales i femeninos.

Esta construcción tuvo un uso temporal y el motivo del artista era recalcar la belleza arquitectónico-escultórica. El jardín representa una parte indivisible del conjunto debido a que Rafael, ingeniero forestal, estaba comprometido por su oficio y por la cultura. En la entrada de la finca se colocó una placa, que a día de hoy no está, hecha por pequeñas teselas de cerámica donde se podía leer «esta quinta, que fue proyectada por el arquitecto D. Julio María Fossas es: asilo de pájaros, paraíso de flores y árboles y tranquilo hogar de sus moradores. Tarragona, 24 de octubre de 1912. Mariano y Rafael Puig i Valls», una idea que coincidía con el espíritu que los hermanos querían dotar a la residencia.

La casa tiene una planta baja y un piso. Desde la fachada sobresale un cuerpo central con una escalerilla que da acceso a la puerta principal. Además, presenta unos enormes ventanales a lado y lado, que amolda el portal de la entrada. Aparte de la vivienda, crece una torre poligonal, proporcionando un piso más junto con un mirador con unas aperturas circulares cercados por elementos escultóricos. En el exterior de la casa pintaron los sillares que la formarían donde la estética se rompe en dos fajas que rodean el edificio: una en la base de los bajos y la otra en la del primer piso.

Las fachadas

Si observamos las fachadas del edificio vemos que tienen un tratamiento distinto. En la parte baja del edificio, los dinteles de las muertes sostienen unas guirlandas y en la llave se puede ver las iniciales RP (Rafael Puig). Las ventanas del primer piso presentan una balconada y unas molduras y, por encima de las ventanas encontramos una franja de cerámica con una decoración floral y repitiéndose en toda la casa.

Si hablamos del jardín, estaba compuesto por distintas especies de especies vegetales con señalética indicando sus nombres y su distribución, que recordaba a los jardines ingleses románticos.

El Ayuntamiento de Tarragona adquirió el edificio y después de propuestas fallidas o incompletas y errores, aún no ha planteado un uso definitivo y en la actualidad no es visitable por su mal estado.

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