Voluntarios que entregan energía

Cada semana un grupo de voluntarios ofrece sesiones de Reiki, una técnica japonesa de imposición de manos, a pacientes con sida y a niños y jóvenes de un esplai de educación especial

19 mayo 2017 23:45 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:26
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Luis Reyes es Maestro de Reiki (energía vital universal en japonés), una técnica que confía en que la imposición de las manos sobre otro, o sobre uno mismo, puede aportar beneficios. «Pero siempre como terapia complementaria, nunca en sustitución de la medicina», aclara. Añade que, aunque es difícil de explicar, ya en la vida cotidiana es común que padres y abuelos coloquen las manos sobre la zona donde un niño se ha da un golpe o tiene dolor para consolarle.

Como en la mayoría de terapias de este tipo, es difícil encontrar estudios científicos que demuestren su eficacia. No obstante, cada vez son más los centros de salud que permiten que sus pacientes reciban estas terapias mientras están ingresados. Es el caso de los hospitales de La Vall d’Hebrón, el Hospital Clínico o el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, todos atendidos por voluntarios.

En el caso de Reyes, se encuentra al frente de un grupo de voluntarios que colabora desde hace siete años ofreciendo sesiones de Reiki a pacientes con VIH/sida de la Casa de Acogida de Creu Roja en Tarragona. Hasta allí se desplazan cada martes unas cuatro personas que realizan estas sesiones, que duran entre 45 minutos y una hora. Además, han realizado cursillos al personal para que también puedan aplicar la técnica. Una vez al mes, las sesiones tienen lugar en el centro Cobquecura, donde trabaja Reyes.

Cristina, una de las voluntarias, explica que es gratificante sentir que se ayuda: «Es la satisfacción de verles la cara, más contentos, relajados, ver los cambios que experimentan», comenta.

Pino, otra voluntaria, reconoce que cuando comenzó a interesarse por el Reiki «en mi familia pensaron que estaba un poco loca, no sabían de qué se trataba, pero ahora es mi madre la que me pide que se lo haga».

Pino comenta que hacer este voluntariado «es una gran oportunidad, parece que eres tú quien da algo, pero la verdad es que es uno mismo quien después se siente tan bien... Además, es una manera de bajar a la tierra, de ver las dificultades que tienen otros».

 

También educación especial

Además de la colaboración con Cruz Roja, los voluntarios realizan cada semana sesiones con el Esplai Xaloc, que integra a niños y jóvenes de educación especial. Reyes comenta que en un principio a los padres les costó entender de qué se trataba la técnica y qué efectos tendría sobre sus hijos, pero ahora están contentos porque los chicos, algunos con Síndrome de Down o autismo, por ejemplo, salen más contentos y relajados.

Además de estas experiencias, Reyes ha ofrecido varias charlas y cursos gratuitos en la prisión de Tarragona, donde, después de cierta reticencia inicial, los talleres tuvieron una gran acogida.

Explica Reyes que muchos más colectivo se beneficiarían de estas técnicas que, asegura, son sencillas de aprender, pero para ello harían falta más voluntarios. Recuerda que los últimos viernes de cada mes a las 8 de la tarde ofrecen sesiones abiertas a la ciudadanía en el Centro Cobquecura: Ramón y Cajal 15 4º 2ª. www.centrocobquecura.com.

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