¿Cómo evitar las intoxicaciones con calderas, chimeneas o estufas?

24 diciembre 2018 07:48 | Actualizado a 18 enero 2019 10:59
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Cuando empiezan a bajar las temperaturas empezamos a utilizar los aparatos de calefacción en el hogar. Las calderas de gas natural, chimeneas y estufas son los claros favoritos.

Un funcionamiento inadecuado de los componentes internos de estos dispositivos, mala ventilación, u otros tantos factores pueden llegar a resultar letales, causando heridos graves o, en situaciones extremas, hasta la muerte.

El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro, incoloro e insípido, pero muy venenoso. En el ámbito del hogar se puede producir en calderas, chimeneas, en calentadores, incluso en otros electrodomésticos como puede ser un horno o una secadora que no funcionan como deberían.

Cuando el monóxido de carbono entra en el cuerpo evita que el oxígeno pueda transportarse a los órganos, tejidos y células. El principal problema es que resulta muy complicado de detectar, por lo que podría causar la muerte o daños graves sin que nos diéramos cuenta (aunque tendremos que estar sometidos al mismo durante un largo tiempo).

En las siguientes líneas te enseñamos cómo evitarlo:

Consejos para evitar intoxicaciones en el uso de aparatos de calefacción

 

Identificación de los síntomas

El CO se va acumulando en el torrente sanguíneo. En el momento en el que la cantidad excesiva, el organismo remplazará el oxígeno de los glóbulos rojos con CO, causando un daño grave en los tejidos que hasta nos podría llegar a matar.

Una forma de identificar que estamos siendo afectados por el gas es estudiar si presentamos los siguientes síntomas:

·Debilidad.

·Mareos, náuseas o vómitos.

·Dificultad para respirar y falta de aire.

·Visión borrosa.

·Dolor de cabeza sordo que no desaparecerá con una aspirina, ni con otro tipo de medicamento.

·Desorientación y/o pérdida del equilibrio.

·Perdida del conocimiento.

La intoxicación mediante este gas es muy peligrosa para aquellas personas que se encuentran dormidas o en estado de embriaguez. Podría llegar a causar un daño cerebral irreversible o, incluso, hasta la muerte antes de que alguien detecte el problema.

Factores de riesgo

La exposición a este gas puede ser peligrosa para estos perfiles de personas:

·Bebes no natos: Los fetos absorben más rápidamente el CO llegando antes a los glóbulos rojos. Esto hace que sean más propensos a los daños producidos por dicho gas.

·Niños: La respiración de los niños es más frecuente que la de los adultos. Esto hace que sean más propensos a la intoxicación por este gas.

·Adultos mayores: La probabilidad de que una persona padezca de daños cereales al estar expuestos a este gas es más elevada que en el caso de adultos de edad media.

·Personas que padezcan de enfermedades crónicas: Aquellas personas que tengan antecedentes de anemia, además de otros problemas de respiración, entran dentro del perfil de riesgo.

·Pérdida de consciencia: Si el individuo pierde la consciencia por intoxicación por CO indicará una exposición más grave.

¿Cómo detectar una mala combustión?

Existen algunos indicios que nos permiten detectar problemas en el aparato de combustión:

 

·Color de las llamas: Si se detecta un cambio en la tonalidad de las llamas (deberían de ser de color azul y estar estables en todo momento), es posible que exista un problema de combustión. Si son amarillas o anaranjadas, puede significar que algo no va bien.

·Presencia de manchas: Examina si hay manchas alrededor de la llama. Si estas son de color amarillo o de color marrón, también puede haber una mala combustión.

·Revisión de indicadores luminosos: Si estos indicadores se apagan con mucha frecuencia, puede que algún componente eléctrico no funcione como debería, lo que puede dar paso a una mala combustión.

·Estudio de la condensación: Además, deberíamos revisar si se incrementa mucho la condensación en la parte de dentro de las ventanas.

Consejos de mantenimiento

Además de todo lo que ya hemos comentado, deberías echar un vistazo a estos consejos de mantenimiento:

·Revisión de estado: Conviene revisar continuamente el estado en el que se encuentran los aparatos de calefacción, estufas y calderas, así como otros elementos de combustión. En el caso de que haya algún problema, el mantenimiento y la reparación tendrá que hacerlo una persona autorizada.

·Periodos: Asegúrate de cumplir con los periodos de revisión y mantenimiento que vienen establecidos por la normativa vigente.

·Seguridad: Tan sólo utiliza los aparatos de calefacción si estás seguro de que van a funcionar bien. Si emiten un olor extraño al poco de conectarlos, si no están en buen estado, no los conectes.

·Sistemas de ventilación: Revisa que los sistemas de ventilación no estén ni tapados ni obstruidos, en especial en aquellos lugares en los que el viento sea fuerte. Nunca se deben de utilizar estos aparatos en lugares sin ventilación.

·Ausencias prolongadas: Si vamos a estar mucho tiempo fuera de la casa, se recomienda cerrar la llave de paso de los combustibles.

Sigue estos consejos y evitarás problemas de mala combustión en el hogar.

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