El divorcio en el siglo XXI

El volumen del número de divorcios a nivel mundial se incrementa diariamente. El egocentrismo, la libertad o la monotonía, están por encima de valores como la fe conyugal, el cariño o el respeto. En las últimas décadas el número de divorcios ha aumentado de manera espectacular. En EEUU la cifra llega a ser tan demoledora que se sitúa en el 50 % de las uniones contraídas en matrimonio. La presencia de un abogado de familia, especialista en temas de divorcios es imprescindible en la mayoría de los casos. Pero la pregunta obligada es ¿qué está ocurriendo para que se dé esta situación?

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¿Qué ha cambiado respecto a siglos anteriores?

En primer lugar debemos tener en cuenta que, en las últimas décadas principalmente, ha surgido una revolución a nivel general. Esta revolución se ha ocupado de borrar los antiguos cánones con los que se regía la sociedad mundial. La lucha de la mujer a lo largo de los siglos ha dado o está dando sus frutos. Su liberación a nivel laboral ha supuesto alcanzar un nivel de autosuficiencia. Sin tener que depender da la figura del marido, hasta este momento imprescindible para muchas mujeres. Lejos queda ya la figura de la mujer sumisa, siempre en casa ocupándose de los hijos e incluso soportando engaños conyugales.

¿Qué posibilidades ofrece la sociedad actual?

Asimismo, la sociedad actual, tal y como está confeccionada, permite un mundo de posibilidades para conocer nuevas personas y dar paso a posibles relaciones. Esto, en el caso de la mujer, unido a su situación de autosuficiencia, le ha supuesto la posibilidad de plantear la ruptura matrimonial, y decantarse por nuevas experiencias. Del mismo modo la desilusión sufrida por la situación en pareja, o la falta de felicidad, ha supuesto la búsqueda de nuevas inquietudes o incluso de aspirar a algo mejor. La facilidad con que se presenta la posibilidad de una nueva vida hace que nos cansemos con mayor rapidez de nuestra pareja.

¿Qué influencia tiene la familia en el matrimonio?

A los largo de la historia han sido muchas las uniones matrimoniales que se han llevado a cabo por conveniencias económicas, consejos familiares o acoso social. Actualmente, la tendencia ha cambiado considerablemente. Aun así, hoy en día se siguen celebrando matrimonios; con un largo noviazgo de por medio y pasados unos meses de vida en pareja se separan o divorcian. Esto, puede ser debido a que llegaron al matrimonio por miedo a mostrar la ruptura ante alguien determinado. Después bajo el pretexto de no podemos vivir juntos o no nos soportamos, dan por finalizada su relación, sin miedo a recibir recriminaciones familiares o de cualquier otro tipo. En épocas pasadas, esta misma situación, condenaba a ambas partes a permanecer juntos de por vida.

¿Qué supone la presencia de un abogado?

 La figura del abogado de familia, experto en temas de divorcio, podrá facilitar unas pautas a seguir, para que el proceso sea lo más amigable y breve posible. Un procedimiento de muto acuerdo, será lo mas recomendable; alcanzando un acuerdo previo, evitando situaciones desagradables y alargando el proceso. Para poder proceder y conseguir la separación o el divorcio, deberán transcurrir tres meses desde la fecha de la unión matrimonial. De este modo, una vez pasados estos tres meses, cualquiera de los dos componentes de la pareja, podrá solicitar el divorcio si así lo desea.

¿Qué ocurre si no existe un acuerdo entre la expareja?

Cuando no da lugar un procedimiento de mutuo acuerdo entre ambas partes, habrá que recurrir al divorcio contencioso para la solicitud de divorcio. En este caso la figura del abogado de familia es obligatoria, ya que habrá que acudir a los tribunales, como consecuencia de proceder por la vía judicial.

Además un asesor matrimonial le puede ayudar a encontrar la mejor solución para amobos conyuges, si ha sido una relación de muchos años se pueden tener muchos vínculos en común, tales como propiedades, dinero o ciertas cosas que deben ser repartidas o por lomenos negociadas antes de llegar a juicio una Asesoría, o un asesor abogado puede ayudar a tomar este tipo de soluciones.