El índice de precios al consumo en Tarragona, el más bajo de toda Cataluña

14 agosto 2019 06:53 | Actualizado a 14 agosto 2019 06:55
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¿Es positivo o negativo que el índice de precios al consumo de Tarragona sea el más bajo de toda la región? En términos económicos, para que nos entendamos, la inflación o subida del IPC (índice de precios al consumo) es, en esencia, un fenómeno financiero que viene provocado por un exceso de dinero en la economía. Algo que se puede observar fácilmente en un comparador de precios, puesto que los productos se encarecen.

Alta inflación

Aunque la teoría nos dice que un poco de inflación es bueno, porque los precios suben, si esta inflación supera los dos dígitos, se puede considerar como un problema, ya que es un signo de burbuja o de alguna distorsión dentro del mercado. Así mismo, una inflación elevada produce el efecto de eliminación de deudas, puesto que se pagan más impuestos y, por lo tanto, la administración recibe más dinero.

En estas circunstancias los perdedores son los asalariados que pierden poder adquisitivo, aumentan los costes de producción, aumentando el precio de los productos sin que estos mejoren en nada. Cuando llega a un límite, que dependerá del aguante del consumidor, cuando este no quiera seguir soportando el coste encarecido del producto, la economía se viene abajo.

Por su parte, si la inflación se mantiene estable en niveles moderados, aumenta la competitividad de los productos del propio país, algo en términos generales, bastante positivo, aunque según expertos financieros, en casos particulares como España y sus provincias, por lo general bastante endeudadas y con una demanda interna excesivamente débil, puede tener riesgos graves para la economía.

Baja inflación

En lo que concierne a una caída de la inflación o del IPC, que es lo que está ocurriendo en Tarragona, viene a significar que el valor de los productos y servicios del mercado está cayendo, por lo que los precios hay que bajarlos si queremos seguir teniendo opciones de venta. Este dato puede ser un aviso de una posible recesión o posible crisis.

Cuando la oferta es mayor que la demanda en la economía es cuando se produce una deflación. Según el Banco Central Europeo, el objetivo de estabilidad se encuentra en estos momentos en el 2 %, aunque España ha superado este límite en demasiadas ocasiones, perdiendo competitividad, aunque nunca debe abandonar el 1 % en cuanto a inflación, pues está considerado como peligroso.

El caso de Tarragona

En toda la comarca de Tarragona, el Índice de Precios al Consumo cerró el ejercicio del pasado 2018 en un 1,3 %, según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), como decimos en el titular, corresponde a la cifra más baja de toda Cataluña que cerró con un 1,4 %.

Los indicadores que más han aportado a este aumento de precios han sido, como viene siendo habitual, la vivienda, los suministros básicos (la electricidad, el gas y el agua), seguido de los combustibles, las comunicaciones y el servicio de hostelería (restaurantes y hoteles). Por el contrario, los precios cayeron en ocio y cultura y con un movimiento apenas perceptible subieron los muebles y los artículos del hogar.

Resumiendo

En cualquier caso, debemos ser conscientes, cuando hablamos de la repercusión del IPC en el bolsillo familiar, que, si los precios no suben, las retribuciones, ya sean públicas o privadas, tampoco lo harán, puesto que lo habitual es que vayan a la par que el IPC de un modo u otro, con lo que se producirá un estancamiento en el crecimiento económico en general. Si los salarios y las pensiones no se incrementan con los precios sufrirán una inevitable devaluación. En general, si el aumento salarial es mayor que el IPC se ganará, como cabe suponer, poder adquisitivo, mientras que, si es menor, se perderá esa capacidad, degradando proporcionalmente la calidad de vida de los ciudadanos.

Lo peor para un país es lo que se conoce bajo el nombre de estanflación, que no es otra cosa que la combinación entre estancamiento o deflación y caída de precios. Un problema difícil de superar cuando se cae en él. Por el contrario, lo que los expertos aconsejan es un crecimiento con inflación controlada, no inflación negativa. Se considera que el 1,3 %, porcentaje en el que se encuentra Tarragona, es una de las mejores cifras posibles, pues denota una buena actividad económica.

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