La aterosclerosis: una enfermedad silenciosa

17 agosto 2018 07:42 | Actualizado a 17 agosto 2018 09:00
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Son numerosas las enfermedades crónicas que afectan a gran parte de la población. Pero existe una de ellas que no presenta síntomas hasta que es demasiado tarde: la aterosclerosis. Es una enfermedad que puede tener graves consecuencias al no ser tratada debidamente y a tiempo. La concienciación y prevención puede ser una de las mejores formas de evitar su desarrollo. Por ello la importancia de conocer en qué consiste exactamente, cuáles son los factores de riesgo y los tratamientos disponibles en la actualidad.
 
¿Qué es la aterosclerosis?
Es una enfermedad crónica, en la cual las arterias se obstruyen con una especie de placa (constituida de material graso, colesterol, calcio y otras sustancias presentes en la sangre) que se deposita en la pared de estos vasos sanguíneos. Con el tiempo, esta placa se endurece, lo que dificulta y reduce el flujo sanguíneo. Esto ocasiona una serie de complicaciones realmente graves que usualmente no son tratadas a tiempo debido a que la aterosclerosis posee una peculiaridad: es asintomática, hasta que surgen consecuencias mayores, como un ataque cardíaco o derrames cerebrales.

Todo esto ocasionado por la falta de oxigenación en el organismo debido a la obstrucción generada, por lo que el sistema cardiovascular debe esforzarse más de lo acostumbrado para compensar la deficiencia. Esto produce un deterioro gradual y progresivo en el resto del organismo que puede ser mortal. De allí la importancia de informarse de fuentes reconocidas que puedan ofrecer una guía al respecto. En este portal de salud para profesionales de la medicina en el cual se pueden encontrar entrevistas y vídeos de médicos acreditados y conocedores de los últimos avances tecnológicos y estudios clínicos. 

Sus principales síntomas y causas
Los síntomas de la aterosclerosis se presentan usualmente cuando la enfermedad se encuentra en estado avanzado. Los signos dependerán en gran medida del tipo de arteria que esté afectada. Si las arterias coronarias son el problema, los signos de alarma incluyen la angina (dolor o molestia en el pecho cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno), dificultad para respirar, arritmia y agotamiento.

En el caso de las arterias carótidas (las encargadas de llevar la sangre oxigenada al cerebro) se evidencia debilidad, parálisis, confusión, dificultad para hablar y caminar, mareo, pérdida del conocimiento, dolores de cabeza, signos de un derrame o ataque cerebral. La obstrucción en las arterias periféricas ocasiona adormecimiento, dolor o infecciones en las piernas, brazos o pelvis. Y si el problema se presenta en las arterias renales, causará enfermedades en los riñones, evidenciadas por la dificultad para orinar, cansancio, retención de líquido, náuseas y adormecimiento.

En cuanto a la causa exacta de la enfermedad, es todavía desconocida para los expertos en salud. Sin embargo, se ha determinado que algunos hábitos pudieran representar un factor de riesgo, tales como el tabaquismo, la ingesta de grandes cantidades de grasas saturadas y azúcar, la falta de actividad física y el sobrepeso. Por lo tanto, la enfermedad se puede prevenir al llevar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, constante ejercicio, control del peso corporal y evitar fumar o consumir bebidas alcohólicas en exceso.

¿Cuáles son los tratamientos disponibles?
Existen distintos tratamientos para contrarrestar la enfermedad. Uno de los principales y más importantes tiene que ver con el estilo de vida que se lleva, es necesario evitar incrementar los factores de riesgo para reducir el daño causado. Sin embargo, algunas veces esto no es suficiente, por lo que se debe recurrir a los medicamentos. Uno de ellos son las estatinas, utilizadas para disminuir los niveles de colesterol en la sangre; pero es importante seguir las indicaciones exactas del médico tratante para que cumplan adecuadamente su función.

En los casos más graves se requiere de cirugías, como la angioplastia coronaria, una intervención para ensanchar las arterias coronarias; el bypass (se crea una desviación con otras arterias y venas o afectadas), y la endarterectomía carotídea, la cual consiste en remover la placa acumulada, favoreciendo el flujo de sangre.

Para evitar su aparición es muy importante la realización de revisiones médicas periódicas. Esa es una de las claves para la prevención de la aterosclerosis, junto con una alimentación saludable, la práctica de actividad física a diario, evitar fumar y mantener un peso adecuado. Tener en cuenta estas medidas prácticas es de vital importancia para eludir esta enfermedad.

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