La climatización eficiente: una asignatura pendiente

Aunque parezca que lo único que influye en el consumo energético de un sistema de climatización es el sistema en sí mismo, lo cierto es que mejorando una serie de características de una casa, se pueden conseguir ahorros importantes.

Errores como un mal aislamiento en las fachadas o no contar con ventanas con doble acristalamiento inciden de forma notoria en el consumo energético al provocar pérdidas de energía en las viviendas.

Este consumo energético extra provoca importantes subidas en las facturas de calefacción o aire acondicionado y además, supone un incremento de las emisiones de gases contaminantes causantes del calentamiento global. Las boinas de contaminación que grandes ciudades tienen siempre sobre sus ciudadanos no están causadas únicamente por los vehículos a motor, sino también por el uso intensivo de la climatización en hogares y oficinas.

En nuestro país existen todavía más de un 50% de los edificios que no cuentan con una protección térmica adecuada y hacer que estos sean más eficientes es posible con modificaciones como las siguientes:

* Aprovechar el momento en el que se cambian las tuberías que transportan el agua caliente para que éstas estén aisladas de forma correcta.

* Intentar alcanzar un acuerdo con los vecinos del bloque para potenciar el aislamiento de la cubierta y de la fachada del edificio. Es algo que afecta a todo el mundo y conseguir una fachada aislada térmicamente de forma correcta ayuda a conseguir una mejor temperatura en el interior.

* Cambiar las ventanas del hogar que todavía no cuenten con un sistema de doble acristalamiento. Este tipo de ventanas consigue un mayor aislamiento térmico de los espacios. Este cambio se puede complementar con la instalación de marcos que también contribuyen al aislamiento como los marcos con rotura de puente térmico.

* Cuando sea necesario cambiar el pavimento de las diferentes estancias del hogar, sería aconsejable optar por aquellas opciones que además de tener un sentido estético ofrezcan alguna ventaja de aislamiento térmico.

Estas y otras medidas son de vital importancia para lograr un mayor aislamiento del hogar con el exterior y así tener una mejor temperatura en el interior. Esto repercutirá en el uso que se hace de los sistemas de climatización tanto en verano como en invierno, ahorrando de manera considerable.

Según las propias estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, rehabilitar un edificio térmicamente con actuaciones como las citadas en este artículo y teniendo presente los gastos de las reformas, es posible amortizar la inversión en un plazo medio que oscila entre los 5 y los 7 años.

Además, proteger térmicamente un edificio influye de manera directa en la revalorización del mismo con un posible objetivo futuro de venta respecto a uno que no esté bien aislado del exterior. Un efecto positivo añadido que tendría el aislamiento térmico es que también se consigue un aislamiento sonoro, reduciendo de forma significativa la contaminación acústica del exterior, influyendo en el descanso y bienestar de los habitantes de un edificio con estas características.