La esperanza de ser madre gracias a la vitrificación

19 septiembre 2019 08:44 | Actualizado a 20 septiembre 2019 16:13
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La tasa de natalidad en España está bajando vertiginosamente en los últimos años. ¿Los motivos? Son muchos y distintos. Según algunos expertos, el retraso de la maternidad está íntimamente relacionado con la baja natalidad, pero, lo cierto es que la tecnología y la ciencia, a través de técnicas como la vitrificación de ovocitos, permiten que se pueda posponer la maternidad sin poner en peligro la capacidad de fecundar - ya se sabe que, contra más edad, más difícil es.

Esto último es una evidencia, pero lo cierto es que, según los últimos datos publicados la edad de maternidad no hace más que aumentar. Así, mientras que hace una década casi el 50 % de las mujeres tenían su primer hijo antes de los 30 años, actualmente la media se sitúa ya sobre los 32 años y esta situación no tiene pinta de que vaya a cambiar mucho en los próximos años.

España, cada vez más envejecida y con menos nacimientos

Así, el número de nacimientos no hace más que menguar convirtiendo a España en una de las sociedades más envejecidas del mundo. De hecho, ya hace un par de años, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alertaba en un informe de que, a mitad de siglo, España solo estaría por detrás de Japón en cuanto envejecimiento de la población.

Con estos datos, se empieza a hablar de otros conceptos como la pirámide poblacional invertida, formada por el desequilibrio entre nacimientos y muertes, ya que la esperanza de vida no hace más que crecer gracias, entre otras cosas y por fortuna, a la sociedad del bienestar.

Lo cierto es que, según el INE, mientras que en 1998 nacían 519.779 personas, en 2018 esta cifra se veía reducida a casi la mitad, 369.308. Y, seguramente, los datos no han sido peores gracias a la sociedad migrante.

La vitrificación permite retrasar la maternidad para quienes quieren esperar y conseguirla para quienes no pueden esperar más

Las barreras a la maternidad son, como se ha dicho anteriormente, dispares, tal y como revela la Encuesta de Fecundidad del INE publicada en 2018, donde se puede encontrar también las económicas y la ausencia de políticas de conciliación con la vida profesional y familiar, causas que se encuentran sobre todo en mujeres que ya han cumplido los 35.

Es precisamente esa edad la crítica para la maternidad y en la que la capacidad de ser madre empieza a mermar. En este sentido, muchas mujeres tienen ya el deseo desde jóvenes pero prefieren esperar, deciden recurrir a técnicas como la vitrificación.

¿Qué es la vitrificación de óvulos? Se puede profundizar mucho sobre la materia, pero para que se entienda, diremos que la vitrificación es una técnica muy potente de congelación de óvulos que ayuda a aquellos que se encuentran en estadio de blastocisto –las condiciones ideales para ser implantado a la mujer - puedan mantener sus propiedades intactas y ser utilizados una vez que la paciente lo elija.

Pero la congelación de óvulos no se da solo para las mujeres que quieren posponer ser madres. También forma parte del tratamiento de reproducción FIV – por sus siglas, Fecundación In Vitro – ya que, a partir de los 35 años se suelen transferir a la mujer solo dos embriones, congelando los demás ya fecundados para otra ocasión, algo que para la persona que se somete a ello, supone una garantía.

Así, en un mismo ciclo FIV, lo ideal es que se extraigan entre 8 y 12 óvulos. La cantidad varía de una persona a otra y tiene mucho que ver con la respuesta a la estimulación ovárica previa a la que se ha sometido, a la edad y a otros factores desconocidos.

De la extracción, se elegirán los que estén más fuertes para inseminarlos y, posteriormente, trasplantarlos al útero de la futura mamá para que aniden en él.

La reproducción asistida, cada vez más normalizada

Sea tratamiento FIV o solo vitrificación de ovocitos a la espera de ser fecundados en otro momento en el futuro, ambas técnicas se encuentran circunscritas dentro de la reproducción asistida, algo a lo que, según el informe del INE ya han recurrido más del 5 % de las mujeres entre 18 y 55 años, algunas para congelar, otras para someterse a ciclos de reproducción FIV o inseminación artificial.

En este sentido, las clínicas de reproducción asistida han proliferado mucho en los últimos años, ya que la Seguridad Social, sobre todo en las grandes ciudades, cuenta con una importante lista de espera en la que, además, se tienen que cumplir una serie de requisitos y protocolos.

Igualmente y dado el aumento de demanda de este servicio, los centro de vitrificación en Barcelona y otras grandes ciudades, cuentan con la facilidad a la hora del pago, financiando el tratamiento tanto a 12 meses o a 24 meses, un tratamiento que varía de precio según lo que se quiera realizar.

Poner facilidades de tipo económico, además, ayuda a las mujeres a tomar esta decisión, ya que no es algo fácil y aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar la normalización plena.

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