Mejora tu bienestar adaptando la vivienda a los gustos y necesidades que tienes

01 septiembre 2017 08:05 | Actualizado a 01 septiembre 2017 08:09
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En entrevistas recientes que han sido concedidas por psicólogos que diariamente tratan con pacientes alicantinos se ha hecho patente el descontento general con el que lidian quienes admiten que no están a gusto en sus respectivas viviendas. Dichos individuos no gozan del bienestar que merecen, el cual es mejorable considerablemente pasando por un proceso de adaptación del domicilio en cuestión que se resume en llevar a cabo una serie de acciones, desde realizar una renovación del hogar contratando a una empresa de reformas en Alicante que efectúe el acondicionamiento oportuno y las modificaciones indicadas por el cliente hasta decorarlo para que los gustos del susodicho queden plasmados en la casa, consiguiendo así que su estancia en ella sea placentera en todos los sentidos.

 

Si en tu día a día te muestras apático e infeliz, haciendo todas tus labores con desidia, es muy probable que dichos comportamientos sean producto de no estar satisfecho con determinados aspectos de tu vivienda. Factores tan aparentemente inofensivos como no tolerar demasiado bien la disposición y organización de los elementos interiores provocan estos sentimientos que guardan una relación directa con la tristeza, la cual se desvanece convirtiendo lo que anteriormente era una casa ajena a tus preferencias en aquello que pasará a ser tu hogar ideal. Para ello conviene empezar con una reforma, debiendo indicarle a los profesionales exactamente las ideas que tienes en mente: desplazar un tabique para ganar más metros en un habitáculo en concreto, reparar determinadas zonas cuyo estado dista de ser bueno, construir una pared con puerta que separe el comedor de la cocina gozando así de dos ambientes distintos, etcétera. Dicho proceso trata de ser evitado por muchas personas que no atraviesan el mejor momento económico como para permitirse el más mínimo desembolso, pero lo cierto es que todo psicólogo coincide en recomendar dicho gasto que es tratado como una inversión para que el estado mental del propietario sea óptimo.

 

Después de que la reforma sea completada notarás cómo tu bienestar ya se ha visto mejorado considerablemente respecto a los meses anteriores en los que ni siquiera te apetecía llegar a casa tras una dura jornada de trabajo. Sin embargo, todavía quedará un largo camino por recorrer basado principalmente en la decoración del hogar. El aspecto visual de una vivienda tiene mucha más importancia de lo que parece, sobretodo en términos psicológicos. Y es que un individuo que permanece una gran cantidad de horas a diario en un lugar que no le representa en absoluto no es posible que establezca relación alguna con el domicilio en cuestión, mientras que otro que vea reflejadas sus preferencias en todos y cada uno de los elementos emplazados en el interior del mismo se sentirá orgulloso cada vez que pise el felpudo de su vivienda y proceda a entrar en ella. Así pues, conviene que te vuelques en cuerpo y alma a la hora de elegir la decoración de tu domicilio.

 

Escogerla no debe significar el hecho de acudir a un profesional del interiorismo, puesto que no hay nadie mejor que tú para saber qué estilo prefieres. No importa que un color no termine de quedar del todo bien, puesto que lo más relevante es que la tonalidad y el resto de elementos sean de tu agrado sin verte obligado a seguir las tendencias actuales o copiar el diseño de otra persona que no tiene nada que ver contigo. La casa de un sujeto es el reflejo de su respectiva alma, y así debe lucir independientemente de si las elecciones decorativas son acertadas o no en base a la opinión de un interiorista.

 

Tanto al reformar tu casa como al decorarla es fundamental pensar no solamente en los gustos que tienes, sino también en tus necesidades. De nada sirve que te agrade el aspecto y la distribución del hogar si el mismo no acaba de satisfacer aquello que requieres a diario. En ocasiones ambos factores entrarán en conflicto, por lo que deberás hallar el término medio. Un claro ejemplo es el de las personas que sufren problemas de circulación y desearían escoger un sofá que les parece bellísimo, pero se ven obligadas a adquirir otro cuyo nivel de agrado es inferior a cambio de que no aporte tanta dureza y puedan permanecer sentadas en él durante una mayor cantidad de tiempo sin sufrir dolores.

 

Al haber reformado y decorado el domicilio nunca más volverás a mirar el reloj deseando que no llegue la hora de volver a casa, sino que siempre estarás deseoso de regresar a tu hogar ideal disfrutando de la confortabilidad que el mismo pasará a aportarte. Además, el orgullo que te transmitirá la vivienda provocará que te haga mucha más ilusión la acción de invitar a otras personas para que gocen de un rato agradable y compartan el bienestar del que harás gala a nivel físico y mental.

 

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