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Ante los resultados de los últimos estudios, que apuntan hacia una incidencia del estrés en el envejecimiento prematuro de la piel aún mayor de lo que hasta ahora se pensaba, la alta cosmética ha experimentado una auténtica revolución.
Desde Facialderm nos explican cómo las nuevas experiencias de laboratorio se orientan hacia un concepto de tratamiento facial que gira en torno a mejorar las relaciones entre nuestro cerebro y nuestra piel. Esto es lo que actualmente se conoce como neurocosmética avanzada.
El concepto de sérum booster en la reducción de poros
El concepto de sérum booster Facialderm parte del principio de alta concentración de activos en una textura muy fluida.
Gracias a su pipeta para facilitar la dosificación, esta fórmula logra aportar a la piel una explosión de componentes antiestrés de una manera muy cómoda y delicada.
Además de sus complejos energizantes comunes, cada sérum se especializa en una necesidad específica de la piel, como es el caso del sérum reductor de poros, o de los específicos para las manchas, las rojeces o la pérdida de firmeza.
Aunque resulta obvio decirlo, el sérum booster necesita de una aplicación sobre una piel perfectamente limpia, y su aplicación se completa con la aplicación de la crema facial Facialderm que más se adapte a cada tipo de piel.
El tratamiento de la reducción de poros había sido, hasta ahora, uno de los más difíciles de abordar, por lo que este logro de la neurocosmética ha generado muchísimo entusiasmo en mujeres que prácticamente ya habían renunciado a encontrar una solución.
Las consecuencias del estrés facial
Se ha comprobado que el efecto del estrés en el envejecimiento prematuro de la piel es superior en las mujeres que en los hombres.
Este envejecimiento prematuro del rostro femenino se traduce en una mayor sequedad en la piel y pérdida de luminosidad. Otros efectos indeseables suelen aparecer en forma de aumento del tamaño de los poros, enrojecimiento, flacidez y/o aumento del acné o de las bolsas en los ojos.
La aplicación de un booster va a permitir a sus complejos energizantes llevar a cabo un efecto de protección frente a las agresiones externas, reforzando la función de barrera. Entre estas agresiones destaca la contaminación ambiental, que ha demostrado ser una de las causas principales del deterioro facial en la mujer.
La batalla contra el cortisol en neurocosmética
Cuando nos encontramos en situaciones de estrés prolongadas, nuestro organismo produce una hormona denominada cortisol.
Cuando presentamos un exceso de cortisol, se producen diversas reacciones cutáneas a consecuencia de un debilitamiento de las conexiones nerviosas entre nuestra piel y nuestro cerebro, que incluyen también, en algunos casos, los antiestéticos poros.
El contenido de los sérums booster de Facialderm se basa en potenciadores de esa comunicación, lo que va a redundar en una visible reducción de los síntomas del estrés facial.
Con todos estos datos, parece evidente que tratar de llevar un estilo de vida lo más relajado posible, encontrando momentos para desconectar y relajarse a lo largo del día, será el mejor tratamiento que podremos ofrecerle ya no solo a nuestra salud mental, sino también a nuestra piel.
En definitiva, la neurocosmética avanzada se posiciona como la opción de futuro para pieles sometidas al estrés y la polución, aportando soluciones como el sérum booster reductor de poros, que actúan también como tratamiento preventivo en mujeres a partir de los 30 años.
