Sentirse bien, un objetivo que todos perseguimos

La buena salud, en cualquiera de sus facetas, tiene como propósito contribuir a una sensación de bienestar que ayude a disfrutar de la vida.

05 diciembre 2017 08:05 | Actualizado a 05 diciembre 2017 08:08
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Las personas tenemos un concepto de nuestra existencia que se mide por el grado de bienestar que sentimos. En realidad, decidimos si la vida que llevamos es buena o no en función de lo a gusto que estamos con nosotros mismos. De ahí que una de las cosas que perseguimos con mayor frecuencia sea una buena salud, para lo cual necesitamos trabajar en cada una de sus variantes. Y es que la salud no tiene una única forma de ser. Estas son algunas de las cosas que hacemos para conseguirlo.

Autoconocimiento y salud emocional

De todos los tipos de salud que existen, uno de los más complejos sin duda es la salud emocional. Cuando esta se encuentra bien regulada, prácticamente todo lo demás no importa. Incluso una situación de enfermedad se puede sobrellevar y hasta acelerar la recuperación. Sin embargo, cuando las emociones que sentimos son negativas, puede afectar a esta aunque seamos personas físicamente sanas.

Hay quien siente ciertas reticencias a acudir a psicólogos Alicante porque considera que es como reconocer una derrota. Sin embargo, se trata de todo lo contrario, ya que ser consciente de que hace falta ayuda para sentirse a gusto con uno mismo es un síntoma de valentía y una victoria en todos los sentidos.

Controlar nuestras funciones

A veces, la sensación de malestar se debe a que algo en el organismo no está funcionando bien. Controlar niveles como los del azúcar o saber cómo se encuentra nuestra tensión nos ayuda a detectar problemas antes de que lo sean, y así tomar medidas para prevenir males mayores.

La tecnología en el campo de la salud ha avanzado mucho en este sentido, ofreciendo dispositivos que nos permiten hacer estas cosas en casa, sin necesidad de acudir a un médico o una farmacia cada vez que queremos conocer nuestro estado. Por ejemplo, tensiómetros como los de la marca Omron facilitan poder tomarnos la tensión, y de este modo comprobar si nuestro cuerpo está cumpliendo adecuadamente con sus funciones o nos está pidiendo ciertas medidas de control.

Cuidar la alimentación

A menudo, nuestra apariencia es la que nos hace sentirnos mejor o peor con nosotros mismos. Cuando hemos ganado algo de peso, tendemos a perder el buen concepto que tenemos de nuestro cuerpo. De ahí que ponernos a dieta sea uno de los métodos más habituales en la búsqueda del bienestar.

Más allá de dejar de comer determinadas cosas, es mejor llevar una alimentación equilibrada y saber cuáles son los alimentos que más nos convienen según nuestra actividad e incluso la época del año en la que nos encontramos. También es bueno saber qué aporta cada uno.

Comer ciertos tipos de fruta siempre es una buena estrategia. Las calorías del kiwi por ejemplo permite tener una buena alimentación sin que esto suponga aumentar de peso. Además, permiten darse un capricho dulce sin recurrir a los dulces industriales.

Cambios más profundos

En otras ocasiones, sentirse bien con uno mismo requiere de otro tipo de acciones. A veces los complejos pueden hacer que sintamos un gran malestar que solo puede corregirse con medidas como una operación de orejas en Barcelona. Ese cambio físico contribuye a aumentar la confianza y generar una mayor sensación de bienestar. Siempre que se lleve a cabo por un equipo experto que sepa hacer un buen trabajo.

En cualquiera de los casos, estas acciones tienen un objetivo común que no es otro que el de aumentar la autoestima. Sentirnos a gusto con nosotros mismos y disfrutar un poquito más de la vida.

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