Última cena en Milán: Semana Santa en la ciudad de Leonardo

14 marzo 2018 09:06 | Actualizado a 14 marzo 2018 09:08
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Cuna de la moda y del diseño, capital industrial y financiera del país, ciudad de los cientos de iglesias y de una de las catedrales más grandes del mundo, lienzo de La última cena de Leonardo da Vinci… Milán guarda decenas de secretos y está deseando enseñárnoslos esta Semana Santa. ¿Cómo descubrirlos? Podemos callejear por nuestra cuenta por las galerías más glamurosas o embarcarnos en una visita guiada para conocer más sobre los lugares imprescindibles de la ciudad.

Cualquier época del año es buena para descubrir el enorme patrimonio artístico de la segunda ciudad más importante de Italia. No obstante, la Semana Santa es el tiempo perfecto para disfrutar de algunas de las muchas obras religiosas albergadas en Milán. Aprovechando las fechas, no podemos dejar de visitar una de las mejores obras pictóricas del mundo: La última cena de Leonardo da Vinci. Esta pintura mural realizada entre 1495 y 1497 se encuentra en el refectorio de la iglesia y convento Santa Maria delle Grazie, del siglo XV.

Son muchos los autores que intentaron resolver los misterios y enigmas que rodean esta obra que, justamente, representa la escena de la Última Cena de Jesús de Nazaret en la noche del Jueves Santo. La obra de Leonardo plasma el momento exacto en el que Jesús anuncia a sus apóstoles que uno de ellos lo traicionará. Esta es una de las escenas más representativas de la Pascua que, si no queremos dejar de admirar, debemos hacer una reserva previamente ya que es muy difícil encontrar entradas. Así mismo, algunas visitas guiadas por la ciudad incluyen la reserva para acceder a esta obra imprescindible en cualquier tour por Milán.

Además de la pintura, la arquitectura tiene un gran peso en Milán. Il Duomo, una de las catedrales más grandes del mundo, es otra parada obligada. Se emplearon seis siglos, de 1386 a 1965, en construir este templo gótico que preside la Piazza del Duomo. El resultado: una majestuosa catedral que parece pinchar el cielo milanés con sus torres puntiagudas.

Pero no todo es religiosidad en Milán. En el lado norte de la Piazza del Duomo se encuentra la Galleria Vittorio Emanuele II. Este espacio singular construido en el siglo XIX alberga bajo sus techos de cristal las tiendas más elegantes de la ciudad: alta costura, joyas, libros, restaurantes…

Y después de ir de tiendas, ¿por qué no ir a una ópera? Uno de los pasajes de la Galleria conecta con la Piazza della Scala, donde se encuentra el Teatro alla Scala. Inaugurado en 1778 es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo.

Volvemos a encontrarnos con Leonardo da Vinci en alguno de los múltiples museos de la ciudad. La Pinacoteca Ambrosiana o el Museo de la Ciencia y la Tecnología son visitas obligadas para acercarnos al artista florentino que pasó 20 años en Milán. Y pese a no albergar obras de da Vinci, la Pinacoteca di Brera contiene una de las colecciones de arte más importantes de Italia.

Para terminar la Pascua de una manera única, la última cena se sirve en tranvía. La compañía ATM propone combinar la belleza de viajar por el centro de Milán con la exquisitez de sus menús. Solo en Milán se podrá vivir así la Semana Santa.

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