El sector industrial representa un 33,3% del Valor Añadido Bruto (VAB) de la demarcación de Tarragona, según las estimaciones del último Anuari Econòmic Comarcal BBVA. Se trata del mayor porcentaje de entre las cuatro demarcaciones catalanas, donde en Lleida la industria supone un 22,4% del VAB, en Girona un 21,5% y en Barcelona un 19,3%. El peso que tienen en las comarcas del sur de Catalunya la energía, el agua y el gas (con las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs en cabeza) explican en parte este liderazgo en términos relativos, pero no completamente.
La industria manufacturera tiene también un papel aquí muy destacado, con un 20,3% del VAB. De nuevo aquí las comarcas del sur de Catalunya lideran en términos relativos el peso de este subsector sobre el conjunto de su VAB. Tras la demarcación de Tarragona siguen Girona (con un peso de la industria manufacturera del 19,3% sobre su VAB), Barcelona (17,5% del VAB) y Lleida (17,2%).
El importante peso del polo petroquímico de Tarragona, el más importante del sur de Europa, es una de las bases que sustentan que la industria manufacturera tome este peso en el conjunto de la economía de la demarcación de Tarragona, pero de nuevo no es la única explicación.
Un tejido industrial manufacturero diversificado, con mucha pyme que en estos últimos años ha basado una parte significativa de su crecimiento en la apertura y consolidación de mercados exteriores de exportación, en alianza con un sector logístico robusto, completan la radiografía.
En muchos casos, tal y como se ha demostrado a lo largo de estas últimas semanas, ejerciendo un rol de industrias esenciales (a muchas de ellas no se les aplicó el cierre obligado de la hasta ahora fase más dura de la reclusión), lo que da una medida de su importancia estratégica.