'La subida de la tasa turística es desproporcionada e improvisada'

Los visitantes que se alojaron esta Semana Santa en viviendas de uso turístico en la Costa Daurada se llevaron un ‘tortazo’ cuando fueron a pagar: la tasa turística le salió el doble de cara de lo que preveían. Detrás de este aumento está la Generalitat de Catalunya, que, de motu proprio, ha decidido subir el impuesto que pagan los visitantes que se alojan en estos apartamentos. De 0,45 euros (0,50 con IVA) por persona y noche ha pasado a 0,90 (0,99 con IVA). Publicó este aumento el 30 de marzo en el DOGC y sólo dos días después, el 1 de abril, ya estaba en vigor.

«No nos dio tiempo a actualizar nuestro sistema informático ni a anunciárselo a los clientes. Muchos tenían la reserva cerrada con la tasa anterior y se marcharon muy descontentos al tener que pagar más», lamenta Quim Cristià, secretario de la Associació d’Apartaments Turístics de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre.

La Generalitat sólo ha encarecido el impuesto a las viviendas de uso turístico. No ha alterado el del resto de alojamientos. Los clientes de los hoteles de cinco estrellas siguen pagando 2,25 euros;los de cuatro estrellas, 0,90 euros;y los hoteles de menor categoría, apartamentos, campings, establecimientos de turismo rural y albergues, 0,45 euros. Están exentos los menores de 16 años y los viajeros de programas sociales subvencionados por las administraciones públicas.

«No tiene sentido que las personas que se alojan en una vivienda de uso turístico sencilla de seis plazas, que habitualmente son familias que escogen esta opción porque es más económica, tengan que pagar las mismas tasas que los clientes que se alojan en tres habitaciones dobles de un hotel de cuatro estrellas», afirma el presidente de los apartamentistas tarraconenses, Joan Calvet.

La Associació d’Apartaments Turístics de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre está muy molesta con la Generalitat. Considera que esta subida de la denominada tasa turística es «desproporcionada , improvisada y tiene afán recaudatorio». «Cuando la Generalitat aprobó este impuesto en 2012, se comprometió a que consensuaría cualquier cambio futuro con el sector. Pero en este caso no ha consensuado nada, nos lo ha impuesto de manera unilateral», asegura Cristià. Todas las asociaciones catalanas de apartamentos están en contra.

El gravamen afecta a cerca del 95 % de los 4.000 alojamientos –con un total de 24.000 plazas– incluidos en la entidad tarraconense. «Esta subida nos da muy mala imagen y nos resta competitividad respecto al resto de comunidades autónomas –sólo en Catalunya se paga una tasa–», señala Calvet.

Cristià augura que les perjudicará sobre todo en temporada baja: «De noviembre a marzo tenemos una tarifas muy reducidas para atraer gente y mantener los empleos. La nueva tasa puede llegar a suponer un incremento de precio del 20 % y los clientes se irán a otro destino. Y eso afectará también a los comercios, bares y supermercados, ya que las personas que se alojan en estos apartamentos hacen mucha vida en la ciudades donde van».

Los turistas pagan el impuesto cuando abandonan los alojamientos. Estos la recaudan y luego la derivan a la Generalitat. El dinero se emplea en promoción de los destinos, aunque el Govern ha abierto la puerta a que se use también para mejoras urbanas de los municipios, como el arreglo de aceras.

La asociación también insta a la administración autonómica a que, en lugar de poner trabas al sector regulado, «luche de verdad contra los apartamentos ilegales, que representan cerca del 45 % del total, y suponen una gran competencia desleal».