Mil sabores que buscan paladar

Tarragona cuenta con una larga tradición gastronómica que saca lo mejor del mar y de la tierra para ponerlo al servicio del comensal

29 mayo 2018 12:14 | Actualizado a 08 junio 2018 16:33
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El Mediterráneo, con sus olores y sabores, está muy presente en la gastronomía de Tarragona. Sus manjares son herencia de aquellos pescadores que se perdían jornadas enteras combatiendo en el mar y de los agricultores que labraban el campo en el interior sin rincones que les salvara del frío o del sol.

Gracias a este legado, en este territorio emplazado en un lugar estratégico y con una climatología excelente, se elabora la mejor cocina de la dieta mediterránea del mundo. Disfrútenla.

Costa Daurada

Cambrils se ha ganado el reconocimiento de capital gastronómica de la Costa Daurada gracias a las deliciosas recetas que los cocineros han heredado de sus antepasados y ahora ofrecen a sus comensales.

365 días al año para disfrutar de la buena cocina. Más de 150 establecimientos de restauración lo avalan, apostando por la cocina tradicional y por las nuevas tendencias, unas propuestas muy reconocidas que ostentan dos Estrellas Michelin (Can Bosch y el Rincón de Diego), que garantizan calidad, servicio y el mejor producto.

Cambrils disfruta del binomio mar y tierra. Además de la Cofradía de Pescadores, tiene una activa Cooperativa Agrícola que, entre sus productos, cuentan con aceite virgen extra DO Siurana, premiado en los últimos años como el mejor de España como afrutado maduro.

Entre frutas y verduras de la Costa Daurada destacan las cerezas de Bràfim, los tomates de Benach y los pimientos de la Riera de Gaià. Las castañas de Vilanova de Prades y la avellana de Reus frutos secos excelentes. La butifarra de Montblanc es de los cárnicos más conocidos. Así, como entre las hortalizas, el ajo de Belltall o el calçot de Valls.

También resultan deliciosos la tortilla con jugo de Ulldemolins y la coca de Montblanc. El pan de miel y el de Tinyol, dos acompañantes de lujo. Entre las salsas resaltan el romesco y el xató. Y para degustar bebiendo, cava, moscatel de Montbrió del Camp, cava rosado de Sarral y Resolis del Vendrell.

Terres de l’Ebre

Las Terres de l’Ebre son uno de los territorios con mayor oferta y cultura gastronómica de Cataluña. Una región que, influenciada y moldeada por el río Ebro, ofrece una variedad de biodiversidad inigualable. Existe una larga tradición de aceites, con las Denominación de Origen Protegida de la Terra Alta y la del Baix Ebre-Montsià. El territorio de la Sénia y Ulldecona, en el sur de las Terres de l’Ebre, cuenta con más de 4.500 olivos milenarios.

Algunos pueblos como Arnes o el Perelló son muy conocidos por sus frutos secos y su por su miel, respectivamente. En la zona de regadío, se encuentran importantes campos de cultivo de cítricos y de productos de la huerta. La clementina, que se produce en el Baix Ebre y el Montsià, es uno de los productos más bien valorados.

Las Terres de l’Ebre, en la costa y con su espectacular Delta del Ebro, tienen una dilatada tradición pesquera. Las dos bahías, la del Fangar y la dels Alfacs, son un lugar idóneo para la producción de mejillones y ostras. Y en los pueblos pesqueros como Sant Carles de la Ràpita destaca la galera y el famoso langostino local. O uno de los productos estrella de la región a nivel mundial: el atún rojo de l’Ametlla de Mar.

La zona deltaica es muy respetada por el cultivo del arroz (DOP Arròs del Delta de l’Ebre) con enormes arrozales. Los pueblos con tradición arrocera, como l’Aldea, l’Ampolla, Amposta, Deltebre y Sant Jaume d’Enveja tienen incluso fiestas tradicionales dedicadas.

Asimismo, cada localidad tiene su producto, dulce o plato típico que protagoniza unas jornadas gastronómicas locales, como las de la Clotxa de la Ribera d’Ebre, la Fiesta de la Alcachofa de Amposta, la de la Baldana de arroz de Camarles, la botifarra de Caseres o las Jornadas Gastronómicas del Cordero en la Terra Alta.

Respecto a los postres típicos, cada pueblo tiene el suyo, como los pastissets (rellenos de cabello de ángel) de Tortosa y de otras localidades, el cóc de brossat, los Rotllets del Secret d’Ulldecona, los almendrados, las puñetas de Roquetes… Además del vino, también en los licores se encuentra una gran variedad territorial, como el Vimblanc de Vinebre o el aguardiente de Prat de Comte.

Actualmente está creciendo el consumo del licor y de la cerveza artesana de arroz. Las Terres de l’Ebre han sabido guardar un equilibrio entre la evolución de la actividad humana y el respeto por el medio ambiente, siendo reconocidas como Reserva de la Biosfera por la UNESCO el pasado 2013. La región ebrense cuenta con tres restaurantes con estrella Michelin: el Villa Retiro, en Xerta, y Les Moles y L’Antic Molí, en Ulldecona.

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