Aragonès activa su acuerdo de claridad para tratar de pactar un referéndum

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reactivado el acuerdo de claridad con el que pretende negociar un referéndum con el Gobierno central.

A un mes y medio de las elecciones municipales, puso en marcha el engranaje político para que a principios del año que viene pueda tener listo su plan sobre cómo y cuándo celebrar un referéndum acordado para poder trasladárselo al Gobierno central.

Su objetivo es que la mesa de diálogo, ya en la siguiente legislatura española, aborde la resolución del conflicto catalán a través de una consulta soberanista. Aragonès aseguró que su intención es viajar a Madrid con su idea de referéndum bajo el brazo, sea quien sea el próximo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo.

Recabar apoyos

Antes de trasladar formalmente su propuesta al Gobierno, el jefe del Ejecutivo catalán tratará de recabar el máximo de apoyos a nivel interno catalán. Así, de entrada, tras las elecciones municipales, en junio convocará una mesa de partidos catalanes. Llamará a todas las fuerzas menos a Vox, con el objetivo de construir un consenso amplio sobre un pacto de claridad a la canadiense. Eso sí, advierte de que, haya o no acuerdo, él seguirá adelante con su plan.

Hasta la fecha, no ha dado pistas, más allá del nombre y su propósito de que la consulta sea autorizada por Madrid. Su partido, ERC, por ejemplo, defiende una consulta sobre la secesión con una pregunta clara, con una participación mínima del 50% y un umbral mínimo del 55% a favor del sí para declarar la independencia.

Esquerra no fija ninguna fecha. El referéndum de Aragonès tiene dos escollos casi insalvables. El primero, la negativa del Gobierno (el actual y el que pudiera haber del PP) a negociar. Pero además, a día de hoy solo En Comú Podem le compra la idea de llegar a un pacto de claridad con el Estado para fijar las condiciones sobre cómo se celebra un referéndum. El Parlament catalán votó meses atrás una moción al respecto y solo ERC y los comunes la apoyaron. Junts y la CUP rechazaron ya ayer mismo la propuesta del dirigente republicano. El PSC, que fue el primero que reclamó una mesa de partidos catalanes para abordar la cuestión catalana, se desmarca del referéndum porque lo ve un planteamiento divisivo. PP y Ciudadanos es poco probable que acudan a la reunión. La mayoría de los partidos acusaron a Aragonès de hacer electoralismo, de intentar tapar otros problemas del Govern y de estar casi solo en la defensa de la iniciativa. Aragonès gobierna en minoría con los 33 escaños de ERC (sobre 135). En paralelo a la discusión entre partidos, un grupo de expertos empezará en breve a elaborar un primer informe sobre cómo debería ser la propuesta de referéndum acordado. El Govern trasladará ese plan a 800 catalanes para que den su opinión.