Han sido dos meses de interrogantes e incredulidad. Los vecinos de Altafulla de la calle Sínies y alrededores llevaban tiempo manifestando sus quejas a la firma Aigües Altafulla por la falta de presión.
La empresa no entendía el problema, puesto que el consumo y el número de vecinos no era diferente a otros veranos. El problema también se presentó a la Policía Local de Altafulla, que empezó a investigar qué estaba ocurriendo.
Les queixes dels veïns per manca de pressió d'aigüa a l'entorn C/ Sínies, ha motivat investigació PL identificant autor i confeccionant diligències judicials. Aigües Altafulla ha restituït el servei pic.twitter.com/47P3KwVxLI
— Policia d'Altafulla (@PoliAltafulla) 10 de agosto de 2018
Una red sofistifada de tubos de plástico de riego conectados por la red de alcantarillado permitían llegar sin ser vistos hasta las arquetas de suministro de agua, de donde se abastecían.
Las conexiones de estos casi 200 metros de tubos permitían que el agua terminara en un depósito de una casa particular, que ahora se está investigando su titularidad, han confirmado fuentes policiales al Diari.
Lo cierto es que la infraestructura compleja había esquivado tanto a los técnicos de la empresa Aigües Altafulla como a la Policía Local que buscaba si había un posible robo de agua de la red de abastecimiento municipal.
En las últimas horas se ha desmontado toda la infraestructura y se está buscando al culpable o culpables de ese robo de agua. Los vecinos, aseguran desde Aigües Altafulla ya tienen la presión que les corresponde en grifos y duchas.