Una tala de pinos y la retirada de olivos ha dejado un solar vacío en Calafell, en el que está prevista la construcción de 110 pisos de alquiler asequible junto al paseo de la Unió, entre los núcleos del pueblo y la playa.
La tala de los pinos ha levantado quejas en algunos vecinos por la pérdida de esos ejemplares. Respecto a la decena de olivos, el Ayuntamiento explica que se han transplantado en una zona verde entre las calles Priorat y Gironès.
La construcción de la promoción de vivienda social ya ha comenzado en unos terrenos de propiedad municipal cedidos para crear vivienda de alquiler asequible.
La necesidad vivienda en Calafell es perentoria para disponer de este tipo de alquiler. Pero muchos vecinos lamentan la pérdida del arbolado y señalan que también es necesario para la calidad ambiental.
El Ayuntamiento defiende que no había otro terreno municipal para la promoción de los pisos y que se han trasplantado los ejemplares que tienen posibilidades de supervivencia como son los olivos, pero que los pinos no tienen prácticamente garantías de sobrevivir.
El consistorio defiende que se necesitan zona verdes, pero también viviendas y que cuando acabe la promoción también habrá una zona ajardinada en el entorno. Incluso podrían regresar algunos de los olivos.
No obstante, los críticos con la tala preguntan si esa acción se hubiese permitido a un particular y que en próximas actuaciones se considere la protección de los espacios verdes y más si ya cuentan con un arbolado consolidado.
La promoción de vivienda social ya ha comenzado las obras y la inscripción para solicitar uno de los pisos. Son de 2 y 3 habitaciones, todas con parking en la confluencia de las calles Priorat y Jaume Pallarès, entre los núcleos del pueblo y la playa, en un solar de 5.000 m2 que cede el Ayuntamiento a la constructora Rubau.
Las viviendas se harán en dos bloques. El alquiler mensual será a partir de 480 euros. El Ayuntamiento escogerá a los candidatos.
Condiciones
Los interesados deben demostrar que tienen unos ingresos regulares. El alquiler no debe superar el 35% parte de esos ingresos, de unos 19.000 euros al año, por unidad familiar. Tendrán prioridad las unidades familiares que lleven por lo menos dos años empadronados en el municipio.
El Ayuntamiento sacó al mercado el derecho de superficie que es por 75 años. La constructora, que invierte 12 millones, será la encargada de la gestión de los cobros y de los edificios. El segundo comenzará cuando el primero esté alquilado. La previsión es que a finales de año pueda estar acabado el primero de los edificios.
