Berlín no es ‘El Profesor’

Es una ley no escrita que cuando algo funciona en televisión se explota hasta sus últimas consecuencias. Es difícil desprenderse de un producto que ha ido como un tiro y que ha dado prestigio y mucho dinero a la casa.

En este caso la casa no es otra que Netflix y la gallina de los huevos de oro, La casa de papel. No hace falta hablar más. Si la has visto ya sabes de qué hablo y si no, estás tardando.

Álex Pina y Esther Martínez Lobato han realizado para la marca de la N más famosa del mundo una precuela basada en el personaje más despreciable de La casa de papel. Es decir, Andrés de Fonollosa, alias Berlín.

¿De qué trata?

Berlín se desarrolla años antes del famoso atraco que nos dio a conocer al personaje.

Según él, solo hay dos cosas que pueden convertir un mal día en un día extraordinario: el amor y ganar varios millones de euros por una jornada laboral. Esos son los dos motores que le impulsan en sus años de gloria, cuando aún no era consciente de su enfermedad ni estaba atrapado como una rata en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

Es en esa época cuando concibe uno de sus atracos más extraordinarios, robar 44 millones de euros en joyas como por arte de magia. Para conseguirlo, tendrá que recurrir a una de las bandas con las que ya ha trabajado formada por Damián (Tristán Ulloa), Keila (Michelle Jenner), Cameron (Begoña Vargas), Roi (Julio Peña Fernández) y Bruce (Joel Sánchez).

Es inevitable buscar durante toda la serie los paralelismos entre la producción madre y el spin-off y comparar ambos equipos. Aquí claramente sale perdiendo Berlín.

Sí, pero no

Pedro Alonso vuelve a estar impecable interpretando al desquiciado ladrón y el resto de actores y actrices que conforman el grupo también. Nadie duda a estas alturas de las dotes interpretativas de Tristán Ulloa o Michelle Jenner. Pero donde flaquea, y bastante, es en el tono del guion. Si tenemos en cuenta el carácter despótico, misógino y malvado del Berlín de La casa de papel, el endulzamiento de su personaje chirría bastante.

Se convierte en una persona obsesionada y enamorada de la mujer de su futura víctima, dejando de lado los entresijos del robo y poniéndose en situaciones cómicas que no casan nada con el concepto que tenemos de él. Con decir que hay momentos en los que la trama de Berlín aburre...

Y con el resto de la banda, más de lo mismo. No esperéis ver a una Tokio (Úrsula Corberó) o un Denver (Jaime Lorente) y muchísimo menos al Profesor (Álvaro Morte). La banda de La casa de papel es lo que pides y la de Berlín es lo que te llega. E insisto, con esto no quiero decir que las interpretaciones no estén a la altura, que lo están. Es que se ha querido romantizar tanto a los personajes que parecen una broma de mal gusto.

Berlín es una oportunidad desperdiciada de darle una nueva vida a Andrés de Fonollosa, alias Berlín. Entretiene, pero poco más.