El Reus Deportiu baila al Liceo (4-0)

Un Reus Deportiu sin fisuras tácticamente, tanto en defensa cmo en ataque, logró un convincente triunfo frente al Liceo (4-0). Los gallegos, segundos clasificados de la OK Liga, nada pudieron hacer ante un equipo, el dirigido por Jordi Garcia, superior de principio a fin y que se anotó tres puntos de prestigio.

Golpeó primero el Reus Deportiu gracias a Sergi Aragonès, que encontró la posición para disparar y, muy hábil, se hizo con el rechace de Martí Serra y sorprendió al meta liceísta. Habían transcurrido tan solo cuatro minutos de juego y el equipo de Jordi García conseguía ponerse por delante en el marcador.

El gol suponía tan solo una pequeña ventaja en un partido que se intuía a priori largo y equilibrado; pero sin duda alguna iba a permitir a los rojinegros marcar el ritmo que más le interesara a partir de entonces.

Llegaron minutos buenos e intensos del Reus, cuyos jugadores son capaces de crear mil y una oportunidades cuando disponen de espacios. Las tuvieron Gelmà y Martí Casas, pero primero el portero visitante y luego el poste evitaron que se ampliaran las diferencias en el electrónico.

Los reusenses estaban intensos atrás y eso facilitaba que pudieran controlar al Liceo, habitualmente con empuje y correoso pero que esta vez tan solo había probado cuatro disparos a puerta mediada la primera mitad.

Toda una muestra de cómo de bien estaba defendiendo el equipo rojinegro, cuyas continuas rotaciones le permitían mantener la intensidad necesaria para contener con acierto a su rival.

La tuvo de nuevo el Reus, esta vez en el stick de su capitán, Joan Salvat, pero su disparo se topó con una buena pierna que sacó in extremis Martí Serra bajo palos.

Poco después el meta liceísta no pudo sin embargo con el trallazo que se sacó de la chistera Diego Rojas desde la media distancia. Su disparo se fue a la escuadra y supuso el 2-0.

Antes del descanso el Reus aún tuvo una clarísima ocasión para marcar el tercero en una falta directa que Marc Julià estrelló en el travesaño, después de que el jugador rojinegro tratara de sorprender a Serra levantando la bola primero y picándola de arriba a abajo después.

Sin variación

Quedaba toda la segunda mitad aún por delante, pero en la reanudación el Reus no varió ni un ápice su magnífico planteamiento. Eso sí, Càndid Ballart tuvo que esmerarse en alguna acción clara como un disparo de Cancela que desvió con acierto.

La décima falta del Reus, cometida por Diego Rojas, posibilitó una directa favorable al Liceo que Pereira sin embargo lanzó arriba, desaprovechando una gran oportunidad.

Dos minutos después tampoco supo transformarla Martí Casas, estrellando la bola en el poste cuando ya tenía a Serra fijado. La había precipitado Ricart, que había visto la azul directa; y con ella, tras el error del ariete reusense, el Reus dispuso en esos momentos de un power play, pero no supo sacar ventaja de esa superioridad numérica.

El Reus estaba perdonando la sentencia ante el Liceo y por momentos parecía que podía llegar el primer gol de los gallegos, con el peligro añadido de que de ser así les metería en el partido, aunque el tiempo corría a favor de los locales.

Hasta que apareció de nuevo Aragonès. El jugador de Sant Sadurní cortó una bola en defensa, atravesó la media pista completamente solo hacia Camps y cuando éste pensaba que le dispararía por arriba su suave toque raso y por bajo le acabó sorprendiendo.

Con 3-0 y únicamente seis minutos por delante el Liceo se dio ya por vencido, también por cómo se había desarrollado el partido hasta entonces. Puso la guinda al pastel Martí Casas con el cuarto y definitivo gol entre la euforia de los aficionados que disfrutaron con el juego de su equipo.

REUS DEPORTIU. Ballart, Julià, Aragonès, Rojas y Oruste -cinco inicial-; Martí Casas, Gelmà, Salvat y Jansà.

LICEO. Serra, Ricard, Carballeira, Dava Torres y Ciocale -cinco inicial-; Cancela, Fran Torres, Pellizzari y Pereira.

Goles. 1-0, Aragonès (4’); 2-0, Rojas (19’); 3-0, Aragonès (44’); 4-0, Martí Casas (48’).

Árbitro. Jonhatan Sánchez y Oriol Garriga. Mostraron la tarjeta azul directa a Ricart.