La financiación alternativa crece a buen ritmo

Crowdequity, Crowdlending, Venture Capital, Business Angels... guía para no perderse en la oferta que avanza al margen de los bancos 

12 noviembre 2018 18:42 | Actualizado a 12 noviembre 2018 19:16
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La financiación alternativa sigue al alza. El año pasado, sólo las plataformas online de financiación alternativa catalanas llevaron a cabo 1.700 operaciones en Catalunya por valor de 54 millones de euros, según datos de ACCIÓ, organismo dependiente de la Generalitat de Catalunya.

Aunque queda muy lejos de las cifras que maneja el sector financiero tradicional, ese importe de 54 millones de euros facilitado por las ocho plataformas catalanas (Capital Cell, Crowdcube Spain, The Crowd Angel, Arborius, Loanbook, Ecrowd, Finanzarel y Novicap) acreditadas por ACCIÓ fue un 45% superior al del año anterior.

Las plataformas de ‘crowdlending’ (financiación colectiva de préstamos) fueron las que generaron un mayor volumen de financiación, con 22,1 millones de euros y un crecimiento interanual del 42%, seguidas muy de cerca por las plataformas de ‘invoice trading’ (descuento de facturas de pymes), con 21,9 millones de euros y un alza del 32%. El mayor crecimiento lo experimentan, sin embargo, las plataformas de ‘crowdequity’ (financiación colectiva de inversión), con un incremento interanual del 94% y 9,9 millones de euros.

«El reto es que las pymes incorporen la financiación alternativa igual que las startups» (Oriol Sans, ACCIÓ)

A estas plataformas ‘fintech’ cien por cien online hay que añadir otras propuestas de financiación alternativa, ajustadas a los diversos perfiles y necesidades de los emprendedores, que se han consolidado en estos últimos años. Business Angels, Capital Riesgo (Venture Capital) o Private Equity son solo algunos de los conceptos que hoy integran esta oferta de financiación cada vez más rica y especializada, al margen de las entidades financieras tradicionales.

Oriol Sans, director del área de Finançament de ACCIÓ (organismo público que desde hace años elabora una pormenorizada guía sobre la financiación alternativa disponible para los emprendedores catalanes, y que hoy puede consultarse en forma de recomendador personalizado online), destaca el ‘equity crowdfunding’ como una de las opciones de financiación alternativa que «está cogiendo un protagonismo importante, sobre todo en fases primeras». Es decir, entre las startups.

Valor de las operaciones de las empresas catalanas de financiación alternativa en 2017:

Mientras las empresas de nueva creación, en especial aquellas con un alto componente tecnológico en la base de su negocio, tienen más que interiorizada la financiación alternativa entre las opciones a su alcance, el camino entre las pymes más tradicionales, en sectores maduros y con años de historia a sus espaldas, es mucho menos claro.

«Las pymes -explica Oriol Sans- históricamente y de cara al futuro seguirán utilizando financiación bancaria, pero el objetivo es incrementar y diversificar la base de esa financiación, igual que hacen los proveedores con sus clientes. El reto es que estas empresas incorporen la financiación alternativa igual que lo hacen las startups».

Guía de términos:

  • Business angels: Una empresa, habitualmente en fase ‘seed’ (semilla) o ‘startup’, con un modelo de negocio contrastado, mercado existente, potencial de crecimiento y un equipo multidisciplinar, se puede financiar mediante la suscripción de ampliaciones de capital de uno o más ‘business angels’. La aportación de los business angels no sólo es una forma de dinero sino que a menudo va más allá, en aspectos como la gestión, el conocimiento del sector o las relaciones con otros proveedores financieros como bancos o fondos de capital riesgo. En muchos casos, los business angels  utilizan los servicios que ofrecen las redes de inversores privados  para seleccionar los proyectos, mejorar la propuesta de financiación o fomentar la conversión con otros inversores privados de la propia red o de otros.
  • Crowdequity: Con el apoyo de Internet, y desde hace relativamente poco tiempo, una empresa en fase semilla o startup se puede financiar con la suscripción de ampliaciones de capital por parte de pequeños inversores, también llamados microinversores, por importes relativamente pequeños en comparación con los business angels. La estructuración de la inversión, su seguimiento y la posterior desinversión pueden ser gestionadas por un business angel o bien por personal de la plataforma. Es importante destacar que este tipo instrumento también ayuda a movilizar y estructurar la inversión por parte de ‘family, friends and fools’ (familia, amigos y locos), conocidos también como ‘las tres efes’.
  • Pledge fund: Una empresa, generalmente en fase startup, con mercado existente, potencial de crecimiento, un equipo multidisciplinar y con un modelo de negocio contrastado, se puede financiar mediante la suscripción de ampliaciones de capital de un grupo de inversores, entre los que se incluye el equipo gestor del mismo fondo. Es decir, un grupo de personas que deciden dónde invertir, tomando la decisión en consejo de administración y donde impera el poder de la mayoría aunque, si uno no está de acuerdo, no se hace la inversión. Esto permite no tener que hacer el desembolso del capital de forma anticipada en el fondo, sino hacerlo cada vez que se hace una inversión.
  • Private equity: Una empresa, habitualmente una pyme en fase de expansión, se puede financiar mediante una ampliación de capital suscrita por una empresa o empresas especializadas en invertir en ese sector empresarial o características especiales. Además del dinero, suele  aportar contactos y herramientas de mejora de la gestión con el objetivo final de vender aquellas acciones a un tercero en el futuro o listar en un mercado secundario y obtener una plusvalía. Habitualmente, debido a que financia a empresas que no necesitan más de una ronda de financiación, no suelen entrar a convivir diferentes tipologías de inversores.
  • Reward and donation crowdfunding: Gracias al desarrollo de Internet, una empresa, habitualmente en fase inicial, se puede financiar mediante la aportación de capital de pequeños inversores, también llamados microinversores, por importes relativamente pequeños en comparación con los business angels. Además, en este caso, no se espera un retorno monetario sino que se trata o bien de una donación o bien de una recompensa no dineraria. Generalmente se dirige a sectores sociales, culturales o, incluso, médicos muy específicos. Es un tipo de financiación muy valorada por los inversores, pues permite validar la aceptación del producto por parte de mercado, disminuyendo la incertidumbre del modelo de negocio.
  • Venture capital: Una empresa, habitualmente en fase de arranque o expansión, se puede financiar mediante una ampliación de capital suscrita por una empresa o empresas especializadas en invertir en este sector empresarial, fase de vida o características especiales. Aparte de dinero, suele aportar contactos y herramientas de mejora de la gestión con el objetivo final de vender aquellas acciones a un tercero en un futuro y obtener una plusvalía. Es remarcable que, habitualmente, debido a que financia empresas que necesitan varias rondas de financiación, suele convivir con business angels y fondos de capital riesgo (venture capital) que invierten en diversas etapas de la vida de las empresas.
  • Turnaround funds: Una empresa, habitualmente pyme, que se encuentre en una situación especial, tanto a nivel financiero (preconcurso, concurso, convenio...) como a nivel estratégico (problemas de sucesión, modelo de negocio, caída de ventas...), puede financiarse a través de la suscripción de ampliaciones de capital por parte de un fondo. Este fondo que, en general, toma la mayoría de las acciones, no sólo aportará recursos financieros sino que también y especialmente, hará un cambio completo en el modelo de negocio, producto, servicios o dimensión, para dar la vuelta a la compañía y hacerla viable nuevo.
  • Crowdlending: Gracias al desarrollo de Internet, una pyme con capacidad de generar caja se puede financiar mediante la obtención de un préstamo, generalmente de poco importe, de muchos inversores, la mayoría de ellos pequeños, pero entre los que también puede haber otros más grandes y/o profesionales.
  • Direct lending: Una empresa, habitualmente pyme, en situación de crecimiento y con capacidad de generar caja, se puede financiar mediante la obtención de un préstamo, generalmente de elevado importe, plazo de amortización largo y carencias largas, con una elevada flexibilidad en general, por parte de un fondo de inversión. El objetivo para la empresa es obtener un préstamo flexible para financiar un proyecto importante, y complementar la parte donde la banca no ha llegado.
  • Invoice trading: Una empresa cede los derechos de cobro de una factura a otra empresa, no a un banco, con una base de inversores detrás, a cambio de un préstamo. La empresa, especializada en ofrecer este tipo de financiación, previamente ha analizado la capacidad de pago de la factura por parte del cliente que hace el pedido, así como la situación financiera de la empresa que recibe el pedido y cede el derecho a cobrar.
  • Participatory loans: Una empresa, ya sea en fase inicial o más madura, se puede financiar mediante la obtención de un préstamo participativo por parte de una empresa especializada o un fondo de capital riesgo. Las características básicas son que sea una deuda subordinada sin requerimiento de garantías directas (sí indirectas, tales como ampliaciones de capital por parte de los accionistas actuales o futuros), en algunos casos convertible en capital, con una retribución fija y una varíable ligada a la evolución de la empresa y con plazos de amortización largos (entre 5 y 9 años).
  • Venture debt: Una empresa en fase startup se puede financiar mediante la obtención de un préstamo aportado por un fondo. Este préstamo es aportado sin garantías, a un tipo de interés más alto que la banca tradicional, para completar rondas de capital, permitiendo que los emprendedores se diluyan menos. En algunos casos puede ser convertible parcialmente en acciones, con unos derechos políticos limitados. La idea es financiar la empresa startup con este préstamo «puente», hasta llegar a un momento de liquidez.

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