Tras cinco años sin visitar Europa, Xi Jinping se ha dado una vuelta por Francia, Serbia y Hungría. La visita a París se ha justificado en que hace 60 años De Gaulle estableció relaciones diplomáticas con China, adelantándose al reconocimiento de los Estados Unidos de Nixon.
El presidente chino, de 70 años, llegó con su esposa, la excantante de ópera Peng Liyuan, y cenaron en el Eliseo con Emmanuel Macron, de 46 años, y su esposa Brigitte. Al día siguiente el anfitrión llevó a su huésped al Tourmalet, etapa mítica del Tour, y próximo al lugar de veraneo de Macron cuando era niño.
Hablaron del comercio entre China y la UE, de Ucrania y otros temas, pero lo mejor es que establecieron relaciones personales. Son las que pueden hacer un mundo más pacífico.