Resacosos el día después de una de las fiestas más bonitas que existen como es Sant Jordi, el día del libro y la rosa, tan tranquilos, analizando resultados de las elecciones vascas cuando, de repente, saltan las alarmas. Una lluvia de wasaps y la ya famosa carta navegando por la red, de wasap en wasap.
No nos debería extrañar, aunque nos sorprende, pues parece que quiera ser una de las características definitorias de su forma de comunicar durante su presidencia. De hecho, se está imponiendo. Así fue como convocó las últimas generales, a pocas horas de saber los resultados de las municipales cuando va y suelta la bomba, elecciones generales y, encima, en plenas vacaciones de verano. Ahora, no contento con alzarse con la presidencia de Gobierno, va y nos manda una carta anunciando una posible renuncia.
Después de la tormenta viene la calma, como dice el refrán, y la calma da la perspectiva suficiente para poder analizar un acto de esta magnitud. La conclusión de este artículo es que esta carta responde a una estrategia, planificada y organizada con un resultado ya previsto aunque desconocida para la ciudadania.
Se define estrategia para analizar mejor la noticia. Es el arte, traza para dirigir un asunto. Como sinónimos se incluyen, entre otros, plan y planificación. Así podemos concluir que el planteamiento de comunicar una situación compleja a través de una carta es del todo un acierto. Consigue su finalidad última: que todo el mundo hable de ello. Y además centra el foco de interés mediático en su persona y los posibles escenarios futuros con esta noticia.
La estrategia, además, está formada por una serie de elementos; destaco de entre ellos el factor tiempo. En este caso, lo ha cumplido. Antes de que empiece toda la tormenta mediática relativa a los entresijos o no llevadas a cabo por su esposa, con el resultado de la apertura de diligencias judiciales a ésta, él va y tira la bomba. El factor sorpresa nos invade a todos.
Respeto a la carta varias cosas: centrándonos en el formato: sin estructura, en el sentido que no parece institucional. Cabria esperar más formalismo de una persona que ocupa uno de los cargos más elevados dentro del sistema institucional y la trascendencia de su decisión para con la ciudadania en estos momentos. Con respecto al canal: a través de las redes, muy acorde a los tiempos actuales. Pero, ¿lo podemos considerar el medio más correcto para anunciar algo así?
Con respecto al contenido: repetición de los mismos desde antes de llegar a Moncloa. Cito la frase de Göbbels: «Una mentira repetida 100 veces se convierte en una verdad».
La carta vuelve a recurrir a la tesis, repetida hasta la saciedad, de que la derecha y la ultraderecha no aceptan el veredicto de las urnas. Esta tesis tan repetida , tan verdad a medias, no cala en la sociedad. Insistir en que los partidos del arco parlamentario de la derecha no reconocen la legitimidad de las urnas, no tiene ya más recorrido. La verdad es que sumaron todas las fuerzas minoritarias y salió una suerte de amalgama de coalición difícil de sobrellevar el día a día de un gobierno que se construye frágil desde su inicio.
Siguiendo con el contenido, apelando a la emoción, va desgranando su malestar describiendo con adjetivos que muestran la sensibilidad del ser humano. Y ya sabemos que hoy en día se vota más con la emoción que con la razón.
Detrás de todo ello, diferentes posibles escenarios. Para algunos, temas olvidados que parecen amenazan con volver, dicen ser la autentica razón. Otra versión seria el inicio de las elecciones catalanas, una forma de abstenerse de participar activamente en el inicio de los mismos. Desde sus filas el tema argumentado en la carta es la auténtica razón.
En conclusión, podemos afirmar que a novedoso no hay quien le gane. Es el primer Presidente que cancela su agenda institucional 5 días y además lo hace a través de redes sociales.
¿Depresivo o una nueva puesta en escena? El lunes saldremos de dudas.
