El Banc de Terres del Priorat vuelve a funcionar tras dos años

El Banc de Terres del Priorat resurge después de haber estado dos años funcionando a medio gas. Esta herramienta, que nació en la comarca en el año 2019, pone en contacto propietarios de explotaciones cultivadas que quieren dejar de trabajarlas con personas que quieren dedicarse a la agricultura –profesionalmente o como aficionados– pero no tienen propiedades.

Se trata de un gesto simple, hacer de intermediario, pero que toma valor si se tiene en cuenta que en el Priorat hay un 70% de las tierras cultivadas que están en peligro de quedar abandonadas en 15 años. Y si se suman las problemáticas que afectan a la payesía en su día a día, este porcentaje amenaza con continuar creciendo. «Nuestro objetivo es no perder un palmo más de tierra y parar el abandono de explotaciones.

El relevo es muy pobre y esto es peligroso porque si no hacemos nada, se acabarán convirtiendo en bosques y tendremos un problema», señala la técnica de apoyo al tejido agrario del Consell Comarcal del Priorat y que gestiona la revitalización del Banc de Terres, Mireia Vilamala.

Las administraciones son conscientes que la pérdida del mosaico agrario puede tener implicaciones serias por el territorio: una de ellas son los incendios, pero también hay en juego un elemento cultural y de identidad, muy ligado al paisaje agrario.

Vilamala explica que la iniciativa del Banc de Terres está abierta a todas las personas que estén interesadas y que no hay que ser un profesional de la agricultura: «Hay neorrurales que no han tocado nunca un árbol. Aquí se puede apuntar todo el mundo. Se tienen que dar de alta como usuarios en la web, les hacemos unas entrevistas para valorar qué buscan y qué experiencia tienen».

Entonces, «según estas informaciones, miramos si hacen match con alguna de las fincas que tenemos». Si bien está abierto a todo el mundo, muchos de los usuarios ya tienen experiencia en el campo: «Hay quién viene al Banc porque es payés y quiere aumentar su producción. Si una persona vemos que no tiene experiencia no le pondremos a podar toda una finca de olivos en pleno rendimiento. Pero quizás sí que pueden ir a fincas más abandonadas, que les sirvan para ocuparse de un huerto y les sirva para el autoconsumo», aclara Vilamala.

Desde que el Banc de Terres del Priorat resurgió ahora hace un mes, ya han cerrado un nuevo contrato entre propietario y arrendador. Antes de que bajara la persiana, aun así, esta herramienta ayudó a establecer hasta 40 contratos de cultivo entre 2019 y 2021. «Nuestro problema es la financiación y dar continuidad al proyecto», lamenta la técnica, que aclara que en el Priorat han retomado el Banc de Terra gracias a una línea de ayudas del ZOCO.

«En el Baix Camp y en las Terres de l’Ebre, han perdido esta herramienta prácticamente por la misma razón. Yo recibo llamadas de payeses de fuera del Priorat que piden formar parte».

La clave del asesoramiento

Carlos Pascual es el propietario que ha firmado, recientemente, el nuevo contrato del Banc de Terres y admite que ya no puede dedicarse a la agricultura: «Yo por razones de salud, ya no lo puedo continuar. Hasta ahora las había tenido alquiladas a otros, pero ahora he decidido hacerlo a través del Banc de Terres».

El antiguo agricultor destaca y agradece que ha recibido «asesoramiento», que han introducido unas cláusulas que le permiten controlar el rendimiento de las tierras para «ver si las trabajas bien», y que todo ello lo deja «más tranquilo».

La amenaza de ver sus tierras convertidas «en un bosque en un cerrar y abrir de ojos» lo han empujado a sumarse a la iniciativa: «Si esto pasara con muchas explotaciones y hubiera un gran incendio, no se apagaría hasta llegar al mar».

El presidente del Consell Comarcal del Priorat, Sergi Méndez, saca pecho del resurgimiento del Banc de Terres porque es una «apuesta clave por la estrategia de desarrollo económico y social»: «Esto nos ayudará a hacer que las personas que quieran vivir en el Priorat y se quieran iniciar en la agricultura, lo tengan más fácil».

De hecho, Méndez considera que el modelo que impulsa este Banc de Terres, es el futuro para una comarca rural como el Priorat: «Necesitamos hacer red entre la gente y una gobernanza más participativa». Realmente, la respuesta de la población es positiva y, des que han reactivado esta herramienta, ya hay más de 10 usuarios que se han registrado para buscar tierras y 5 propietarios de fincas han puesto a disposición del Banc de Terres una veintena de explotaciones.

desde que han reactivado la herramienta, ya hay más de 10 usuarios que se han registrado para buscar tierras