Un día para poner en valor la importancia del agua

Ya en 2018 se acuñaban conceptos como «la guerra de agua», advertido como el conflicto del siglo XXI. Algo que se preveía por la posible escasez de este elemento que fechaba que en 2025, dos de cada tres personas en el planeta sufrirán restricciones en su suministro de agua, según la Organización Meteorológica Mundial, y que en 2050, una de cada cuatro personas vivirá en un país con un problema crónico de falta de agua, según las Naciones Unidas (ONU). Lamentablemente, era un panorama desolador que ya se está cumpliendo.

El Nilo en la zona de Etiopía, el Jordán en Jordania, el Mekong en toda Asia o el Yarmouk en Siria fueron los primeros ríos en alertar de esta problemática mundial a causa de la presión poblacional, el cambio climático propiciado por el ser humano, las malas gestiones gubernamentales,... Viven ya esas guerras del agua países como Sudáfrica, Egipto, la India, Turquía, Chile o México, que cuentan con una dificultad cada vez mayor de disponer de agua, lo que se deriva en un instrumento de presión y de chantaje ante conflictos territoriales y políticos y a la proliferación de acciones terroristas y conflictos armados.

Según datos de la ONU, entre el 60% y 90% de la población mundial vive en regiones donde hay escasez de agua dulce; 3 de cada 10 personas carecen de acceso al agua potable y más de 3.000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales. «Sin embargo, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten», explican desde la organización.

Cuestión de salud pública

«En los países ricos el agua limpia se da por sentado, pero en otros lugares significa la diferencia entre la vida y la muerte. El acceso al agua potable es un derecho humano, pero a medida que la población mundial crece y el planeta se calienta como consecuencia del cambio climático, ¿podemos confiar en este recurso que damos por sentado o tendremos suficiente agua para todos?», se preguntan desde la Fundación The Social Water.

La salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua, por ello la ONU apremia a los gobiernos «de todos los países a unirse para proteger y conservar nuestro recurso más preciado».

Celebración desde 1993

El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año, proclamado en la resolución del 22 de diciembre de 1993 de la Asamblea General de la ONU, tras haberse propuesto un año antes durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro. Esta jornada tiene como principal objetivo de poner en valor la importancia del agua como recurso natural renovable y generar conciencia acerca de la importancia de cuidar los recursos de agua en el planeta.

El lema de este 2024 es ‘Agua para la paz’, ya que cuando cooperamos en materia de agua, «creamos un efecto en cascada positivo, promoviendo la armonía, generando prosperidad y fomentando la resiliencia frente a los desafíos comunes», relatan desde la ONU.

Por ello, apremian a «actuar sobre la base de que el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida. Es necesario que todos nos unamos en torno al agua y la utilicemos en favor de la paz, sentando las bases para un futuro más estable y próspero».

Jornada de puertas abiertas

La Agència Catalana de l’Aigua (ACA), como administración de gestión pública del agua en Catalunya, participa activamente en el Día Mundial del Agua, con el objetivo de encontrar un espacio de participación donde poder compartir las miradas particulares y colectivas en la reflexión y la sensibilización sobre el agua.

De este modo, se podrán visitar distintos espacios para valorar los recursos hídricos. Entre ellos hay estaciones de potabilización de agua y desalinización, en las que se trata el agua para proveer el abastecimiento con la calidad sanitaria óptima; depuradoras, que tratan el agua residual que ya hemos utilizado para devolverla al río en condiciones; plantas de regeneración, que generan nuevos recursos de agua para reutilizar; y también estaciones, radares y otros equipamientos meteorológicos.

En la provincia de Tarragona se podrán visitar, bajo inscripción previa, la Estació de tractament d’aigua potable (ETAP) de l’Ampolla y el radar meteorológico de Tivissa-Llaberia.