Alba Sotorra: 'El sexo es la principal arma de violencia contra las mujeres'

Festival REC. El documental ‘Comandante Arian’ de la reusense Alba Sotorra, se podrá ver este sábado día 8 en el Teatret del Serrallo

05 diciembre 2018 21:29 | Actualizado a 06 diciembre 2018 07:20
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En los alrededores del río Éufrates, cuna de la civilización, pero también del patriarcado, un grupo de mujeres kurdas y feministas lleva años plantando cara al Estado Islámico a punta de kaláshnikov, una lucha que la cineasta catalana Alba Sotorra relata en el documental Comandante Arian.

Sotorra (Reus, 1980) entra con su cámara en primera línea de la guerra en Siria pero también en la intimidad de las guerrilleras, sus debates sobre feminismo o sobre cómo lidiar con las emociones en el frente. «Su proyecto político va más allá de la lucha contra el EI -grupo terrorista autodenominado Estado Islámico-, es un proyecto por la igualdad», ha explicado Sotorra.

El documental, filmado entre 2015 y 2017 y centrado en la figura de la comandante Arian, una mujer de 30 años que lidera uno de los batallones de defensa de las mujeres (YPJ), llega este sábado a las 12h al Festival REC de Tarragona en el Teatret del Serrallo.

¿Qué le lleva a embarcarse en este proyecto?
Llevo años en contacto con el movimiento kurdo. Cuando empezó la guerra en Siria y se formaron las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ) me pareció alucinante que se unieran, no sólo para luchar contra el EI sino con una agenda política clara y con la emancipación de la mujer en el centro. 

Pero se juega la vida, está en primera línea del frente.
Cuando fui a Rojeva por primera vez no sabía que acabaría en primera línea. Pasé dos meses viajando y conviviendo con ellas, pero no había combates, eran imágenes cotidianas, cocinando, cantando o riendo. La segunda vez les mostré un montaje inicial y me criticaron mucho porque decían que no se les veía luchar y decidieron enviarme al frente del este. Todo va pasando de manera paulatina y te vas acostumbrando. 
Sorprende ver que, en medio de la batalla, más allá de la lucha por la supervivencia, hay espacio para el debate y la camaradería. El documental muestra conversaciones en las que la comandante les incita a las chicas a plantearse por qué están ahí, qué tipo de mujeres quieren ser. ¿En qué ejército del mundo te preguntan eso? Se discute de feminismo, se lee, se habla de las emociones y cómo lidiar con ellas. Hay disciplina pero a la vez mucha sororidad, humanidad y amistad. 

Además del machismo y del EI, están bajo la amenaza del Ejército turco.
Tienen muchos frentes abiertos y la lucha contra el EI no es la más grave, eso lo ves claro estando ahí. La guerra más peligrosa es la que el ejército turco mantiene contra ellas porque es una guerra muy desigual. Las ataca por aire, no se pueden defender. 

¿Con qué apoyos cuentan los YPJ?
Al principio pocos, íbamos en coches destartalados, sin casco ni chaleco, la guerra se hacía en chanclas. En cambio la última vez, durante la operación de Al Raqa, se contó con el apoyo de la coalición internacional liderada por EE.UU., y el equipamiento era más sofisticado. Se ha confiado en que la coalición frenara a Turquía pero hay demasiados intereses de por medio.

¿Cual es la situación actual?
Hay una parte del territorio que ha sido ocupado por Turquía como represalia por los avances logrados en otras zonas. Allí la población civil está desplazada en campos. Pero entre Rojava y Al Raqa, los avances a nivel político y social son alucinantes, han conseguido avances reales en el tema de la igualdad. 

¿Qué tipo de avances?
Han establecido un sistema político paritario que se llama confederalismo democrático. Todos los cargos de la administración están duplicados, hay un hombre y una mujer para cada cargo. Y han creado un poblado, Jinwar, dedicado a la agricultura sostenible y que acoge a mujeres contra la violencia de género. 

¿Cómo se instala el feminismo en esta zona? ¿Cuáles son sus referentes?
El origen está en el PKK. Dentro de sus filas había muchas mujeres que empezaron a quejarse de que la guerrilla replicaba los problemas machistas que vivían fuera. Su líder, Abulá Ocalan, actualmente encarcelado en Turquía, acabó recogiendo esas protestas y escribió sobre ello. En los 90 hay un cambio radical y el PKK pasa a ser ecofeminista. 

¿Ahora que parece haber una nueva oleada feminista en Occidente, ¿qué espera de ello?
El movimiento feminista tiene que ser internacional y aglutinar a todos, la lucha es colectiva y tenemos que ser más abiertas y comprensivas unas con otras, a veces veo falta de empatía.

¿En qué sentido?
Algunos feminismos occidentales entienden a rajatabla la cuestión de la libertad sexual. En las YPJ el sexo está prohibido. Entienden que el sexo es la principal arma de violencia contra las mujeres, y creen que la mujer debe empoderarse primero en el plano político y social para mantener relaciones sexuales en igualdad.

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