Cómo condicionan las fobias en nuestro día a día

El miedo fuerte e irracional a algo puede crear una necesidad de huida permanente e impedir afrontar tareas cotidianas afectando la vida diaria de una persona

19 febrero 2019 11:28 | Actualizado a 19 febrero 2019 11:32
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El 9% de la población mundial sufre algún tipo de fobia. En España, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con referencia al año 2015, el porcentaje de población afectada por algún tipo de fobia es un poco más baja, ya que el porcentaje de personas afectada por una fobia es del 6%, lo que supone que más de 2,5 millones de personas sufre este tipo de trastorno.

Pero, antes de nada,¿Qué son las fobias? Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza porque una persona siente un miedo fuerte e irracional de algo o alguien que, representa poco o ningún peligro real. “Si este sentimiento es intenso, permanente, nos paraliza o nos produce una necesidad de huida permanente puede hacer imposible realizar actividades que nos gustan o cotidianas como el trabajo, el estudio o la vida social”, explican desde la web www.psicologiamadrid.es.

Este tipo de trastorno suele iniciarse en la infancia, adolescencia o edad adulta temprana. El motivo de su origen es muy variado, pudiendo ir desde un evento estresante, un acontecimiento traumático o, simplemente, por imitación de un niño a un familiar con fobia. El enfrentamiento a este este temor es lo que hace surgir una ansiedad severa manifestada con síntomas físicos y psicológicos.

Estos síntomas provocados por una fobia afectan al día a día de una persona. Dependiendo de su temor, esta fobia se puede manifestar en cualquier momento y situación, haciendo en muchas situaciones imposible llevar una vida con normalidad y disfrutar de las ventajas que podría tener el no cargar con una fobia a las espaldas.

Así, por ejemplo, Una de las fobias más comunes es el miedo a volar. Los síntomas de esta fobia se manifiestan a la hora de montar a un avión, ya que los afectados están inquietos, ansiosos y estresados durante todo el viaje. En cuanto a las estadísticas a este temor, un estudio señala que el miedo a volar se manifiesta en entre un 2% y un 5% de las personas, quienes tienen un miedo intenso a volar y evitan subirse al avión, mientras que existe otro tipo de personas, entre un 15% y un 20%, que vuela con inquietud, miedo y ansiedad.

Este tipo de fobia puede convertirse en un limitante en la vida diaria, ya que las personas que lo padecen están limitadas a la hora de hacer un viaje, tanto en grupos de amigos con con la familia, lo que además del propio miedo a volar les genera un malestar interno, ya que pueden llegar a quedarse fuera de los planes por culpa de esta fobia.

Otro miedo es a conducir. También llamada amaxofobia, esta fobia afecta aproximadamente a un 33% de las personas y se representa en forma de ansiedad a la hora de subir en un coche o antes de conducir, así como en otros tipos de síntomas como la sudoración, taquicardia o náuseas, entre otros muchos.

Las personas afectadas por esta fobia, además, suelen tener que hacer frente a un estigma social de su entorno, ya que quienes conocen este temor no lo entienden y pueden llegar a ponerlas en ridículo sin ser conscientes de ello. Esta situación lleva, en ocasiones, a los afectados a esconder su miedo viviendo incomprendidos y aislados con su temor a conducir.

Las fobias se pueden tratar y curar

La buena noticia es que las fobias se pueden tratar y curar. Los afectados a un temor pueden superarlo y llevar una vida sin miedo y tranquila, reduciendo sus niveles de ansiedad ante situaciones comunes. Para ello, es importante tener el asesoramiento de Psicólogos en Madrid especialistas en todo tipo de fobias para identificarlas y empezar a tratarlas cuanto antes.

El pronto tratamiento de una fobia es algo clave para lograr la recuperación más rápida y exitosa, ya que cuanto antes se empiece el tratamiento más posibilidades de recuperación hay. Para tratar las fobias, los expertos suelen utilizar técnicas de relajación y entrenamiento, reproduciendo escenarios reales para que el paciente aprenda a vivir con ello.

Entre las técnicas más efectivas están la EMDR, la terapia Sensoriomotriz, las técnicas Gestálticas, La terapia Cognitiva, Humanistas, hipnosis, entre otras. De cualquier modo y como se ha dicho con anterioridad, lo importante es identificar la fobia y conocer el origen de la misma. Cuando la causa, por ejemplo, es inconsciente y el sujeto desconoce su origen es recomendable hacer un tratamiento psicológico para descubrir sus causas y aplicar las técnicas necesarias.

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