El interrogatorio de los testigos citados por la Fiscalía comenzará este lunes en el juicio penal que la Corte Suprema de Brasil lleva adelante contra el expresidente Jair Bolsonaro y siete de sus colaboradores, acusados de liderar un complot golpista para impedir el regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva.
El Supremo Tribunal Federal escuchará, en diferentes audiencias programadas entre el 19 de mayo y el 2 de junio, a los 82 testigos presentados tanto por la Fiscalía como por los ocho acusados.
Los primeros en declarar, a partir de las 15:00 (hora local) / 18:00 GMT y por videoconferencia, serán los seis testigos de la Fiscalía, entre ellos los excomandantes del Ejército y de la Fuerza Aérea, el general Marco Antonio Freire Gomes y el brigadier general Carlos de Almeida Baptista Júnior.
Ambos, actualmente en la reserva, admitieron haber mantenido reuniones con Bolsonaro y sus asesores más cercanos, en las que fueron invitados a apoyar un presunto plan para ejecutar un golpe de Estado tras las elecciones presidenciales de 2022.
Bolsonaro y sus colaboradores, entre ellos exministros y militares de alto rango, están acusados de encabezar una conspiración golpista supuestamente ideada para anular las elecciones de 2022, en las que Lula derrotó al líder ultraderechista, con el objetivo de permanecer en el poder.
Según la acusación, los líderes de la trama incluso habrían planeado asesinar a Lula y a otras altas autoridades, además de incentivar los actos golpistas del 8 de enero de 2023, siete días después de que el líder progresista asumiera su tercer mandato.
Ese día, miles de bolsonaristas destrozaron las sedes del Supremo Tribunal Federal, el Congreso y la Presidencia, con la intención de provocar una intervención militar que devolviera el poder al capitán retirado del Ejército.
Hasta 40 años de cárcel
Los cinco magistrados de la Sala Primera de la Corte Suprema determinaron en marzo, por unanimidad, que existen indicios suficientes para juzgar a los ocho acusados por cinco delitos graves, los cuales podrían acarrear penas de hasta 40 años de prisión.
Los cargos son:
· Abolición violenta del Estado democrático de derecho,
· Intento de golpe de Estado,
· Participación en organización criminal armada,
· Daño calificado,
· Deterioro del patrimonio público.
Entre los procesados se encuentran el excomandante de la Marina, Almir Garnier, y los exministros Anderson Torres (Justicia), Augusto Heleno Ribeiro (Seguridad Institucional), Paulo Sérgio Nogueira (Defensa), Walter Braga Netto (Presidencia), además del exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia y actual diputado Alexandre Ramagem.
El proceso se basa en numerosas pruebas reunidas por la Fiscalía, entre ellas un borrador de decreto para declarar el estado de sitio y la confesión del antiguo edecán de Bolsonaro, el teniente-coronel Mauro Cid, quien es el octavo acusado y podría recibir beneficios por su colaboración con la Justicia.
Los testigos propuestos por Mauro Cid serán los segundos en declarar, en una audiencia prevista para el 22 de mayo. Los testigos de los otros seis acusados serán escuchados entre el 23 y el 29 de mayo, mientras que los 15 testigos de Bolsonaro declararán a partir del 30 de mayo.
Entre estos últimos destacan el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, el exvicepresidente y actual senador Hamilton Mourão, así como altos mandos militares y otros miembros de su gobierno (2019-2022).
El interrogatorio de testigos marca el inicio de la fase de instrucción criminal del proceso, durante la cual defensa y acusación podrán presentar pruebas, solicitar peritajes y realizar diligencias complementarias para esclarecer los hechos.
Concluida esta fase, el Supremo deberá definir las fechas para interrogar a los acusados y escuchar los alegatos finales de ambas partes. Finalmente, los cinco magistrados responsables del proceso tomarán una decisión definitiva, prevista para septiembre u octubre de este año.